50.000 generaciones después el laboratorio de Richard Lenski sigue observando cómo evoluciona la bacteria Escherichia coli.
Y es motivo de celebración que un experimento biológico que empezó allá por 1988 haya llegado tan lejos analizando en detalle la evolución de una especie.
Empezando con un solo microbio, día a día han estado alimentando a las bacterias descendientes y cada 500 generaciones han tomado muestras para poder examinar cómo cambian las características de la población.
Durante los últimos 22 años, las mutaciones han ido apareciendo
y las bacterias se van adaptando
a los nuevos medios en los que los científicos las han colocado.
Además de poder comparar ahora el comportamiento de todas las muestras de bacterias que han tomado, pueden saber qué genes son los causantes de estas adaptaciones y en qué regiones de los genes se han producido las mutaciones.
Un trabajo que necesita paciencia y que nos enseña mucho sobre cómo la selección natural causa la evolución de las especies.
¡Qué cumpla otras 50.000 generaciones más!
by. Nature
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