¿Una fuente de termitas tostadas, crujientes galletas de orugas,
moscas fritas a la francesa?
Escojamos ya sea voluntariamente o no tales platillos, la mayoría de nosotros comemos cada día, sin darnos cuenta, grandes cantidades de fragmentos de insectos y también otros artrópodos, como los ácaros.
La FDA (Dirección de Alimentos y Medicinas en EEUU) fija que puede haber hasta veinte huevos de la mosca drosófila en un vaso de jugo de tomate, 75 trozos de insectos en 55 mililitros de chocolate caliente y establece que una porción de brócoli congelado puede contener hasta sesenta pulgones, tisanópteros o ácaros.
"Resulta imposible eliminar todos los insectos de los alimentos —afirma el entomólogo Edgar Raffensperger, de la Universidad de Cornell—, pero no representan ningún peligro para la salud".
La entomofagia, o costumbre de comer insectos, posiblemente se produce inadvertidamente en los países desarrollados, pero para muchas personas se trata de una decisión consciente.
Las termitas tostadas representan un agasajo codiciado por muchos africanos; las chinches de agua gigantes al vapor son estimadas en Laos, al igual que las chinches tostadas de la madera en México.
En Brasil, las hormigas son servidas en una salsa y con curry en Tailandia, mientras en Indonesia los grillos se sazonan y se ponen al vapor envueltos en hojas de plátano.
En Argentina, los guaraníes suelen ampliar su dieta con unos riquísimos y gordos gusanos blancos de la palmera fritos (larvas de escarabajos).
Alrededor del mundo con frecuencia se consumen insectos como las abejas, las orugas, las cigarras (platillo predilecto de Aristóteles), las moscas, los gusanos, los piojos e incluso los gusanos de seda.
Mientras la mayoría de los occidentales ya encuentran repulsiva la misma idea de comer tales alimentos, no meditan dos veces para devorar un "hotdog" común y corriente, que posiblemente incluye entre sus ingredientes escroto, cerebro, labios, ojos, hocico, cola y tripas de vaca o cerdo. Una langosta de mar, considerada exquisitez en todo el mundo, es un feo artrópodo de aspecto insectoide lleno de patas, pinzas y antenas.
Los moluscos, entre ellos los de tierra, se comen con gran placer en mesas distinguidas, y sin embargo antes de cocinarlos son animales gelatinosos, llenos de baba y por lo general de aspecto blando, humoroso y desagradable.
Lo mismo puede pasar si se observa un pulpo antes de cocinarlo. "Nuestra aversión a ciertos alimentos es determinada por costumbres y hábitos —afirma Raffensperger—.
Muchos insectos son deliciosos y contienen más proteínas, calorías y grasa que la cantidad equivalente de carne de vaca".
Efectivamente, el contenido en proteínas y calorías de la harina y otros alimentos preparados podría aumentarse al doble mediante el agregado de insectos, sin sufrir cambio alguno de sabor ni apariencia.
De hecho no hay garantías de que la harina común no los tenga ya: los escarabajitos que atacan el trigo en los silos de almacenaje son muy, muy pequeños y se esconden dentro de los granos.
A pesar de que probablemente esté muy alejado el día en que los occidentales consumamos pan de escarabajo, los insectos pueden desempeñar un papel significativo en la mejora de la nutrición humana en un mundo donde millones de personas están malnutridas.

ALGUNAS RECETAS PARA EMPEZAR
Antes de echarle diente a una gorda larva extraída de un tronco podrido, probemos primero con algunos insectos más fáciles de aceptar.
Vaya a su proveedor de comestibles y compre una lata de "escargots" (caracoles de tierra).
En Argentina, se pueden consumir en los lugares de veraneo cerca del mar, junto a otras delicadezas marinas.
Esta es sólo una forma de hacer la transición, disfrutando de esta delicadeza originaria de Francia.
A continuación, usted debería comenzar con unos grillos y larvas de tenébridos (pequeños cascarudos), que se venden para alimento de lagartos y pájaros, y, eventualmente, larvas de abejas, disponibles a través de los criadores de abejas. Ambas cosas se pueden encargar por correo.
Luego usted puede empezar a experimentar con algunos más exóticos, como larvas de escarabajo, cícadas, hormigas y saltamontes.
Si usted va al campo a recolectar, mire atentamente los árboles, donde hallará saltamontes y escarabajos bien temprano a la mañana, antes de que suba la temperatura, momento en que son más fáciles de atrapar.
Los árboles tendrán, también, nidos de avispas, fuente de larvas.
Los troncos podridos (dentro y debajo de ellos) son el hábitat natural de las gordas larvas de los escarabajos.
Para consumir la larva se debe apretar bien primero, para limpiar sus intestinos. (Ojo que tienen pinzas delanteras y pueden morder.)
Si se desea, se pueden cocinar en seco sobre unas piedras calientes colocadas en el fuego del campamento.
Cuando usted ya se haya vuelto un real aventurero, es el momento de probar larvas de mosca.
Esto puede sonar desagradable, pero en realidad son un buen agregado para sopas y estofados.

Comencemos con algunas recetas fáciles de hacer y comer:
LARVAS DE TENÉBRIDO
(escarabajo Tenebrio molitor; se vende como comida para largartos y pájaros)
LARVAS DE TENÉBRIDO CON HIERBAS Y ESPECIES
Coloque las larvas en un recipiente con afrecho o salvado fresco durante una noche.
Al día siguiente tamice para separar las larvas, lávelas y séquelas.
Píquelas no muy fino, agregando cebolla y ajo y un chorrito de vino blanco. Sazone con sal, pimienta y una pizca de mezcla de hierbas (en Argentina, puede echarse mano al "condimento para pizza" o, simplemente, orégano).
Dos tazas de queso crema descremado, una cucharadita y media de jugo de limón (cuchara de té), dos cucharadas (cuchara sopera) de leche, media taza de mayonesa light, 1 cucharada (sopera) de perejil picado, 1 cucharada de cebolla picada, 1 cucharadita y media (de té) de eneldo (hierba aromática) y una taza de larvas.
Mezcle hasta unir los tres primeros ingredientes.
Agregue los restantes y mezcle. Se come con papas fritas.
GALLETAS CROCANTES DE CHOCOLATE
Dos tazas y media de harina, 1 cucharadita de té de bicarbonato, 1 cucharadita de té de sal, 1 taza de manteca, 3/4 de taza de azúcar fina, 3/4 de azúcar marrón, 1 cucharadita de té de vainilla, dos huevos, una barra de chocolate para taza cortada en trocitos, 1 taza de nueces picadas y media taza de grillos tostados.
Caliente el horno a 375 grados (ruego que me disculpen pero no puedo precisar, porque el autor original olvidó hacerlo, si son grados Celsius o Fahrenheit). En un bol pequeño se mezcla la harina, el bicarbonato y la sal.
En un bol mayor se mezcla la manteca, azúcar, azúcar marrón y la vainilla. Se bate hasta que toma consistencia cremosa.
Se agregan los huevos. Gradualmente, se agrega la mezcla de la harina y los insectos, mezclando muy bien.
Se agregan los trocitos de chocolate
. Luego se va colocando una cantidad de masa de más o menos una cucharada sobre una fuente cubierta con una hoja de papel para horno y se la hornea entre 8 y 10 minutos.
LARVAS Y PUPAS DE ABEJA
Tome un puñado de larvas y dórelas en aceite en una cacerola pequeña. Déjelas escurrir y póngales sal y paprika.
Si no le da asco, las larvas se pueden comer al natural.
En un bosque, trate de obtener larvas de abejas de miel salvajes, y también larvas y pupas de avispas y abejorros.
Por supuesto, hay que cuidarse de las picaduras. Un poco de humo producido con ramitas y hojas secas puede ser muy útil para atontar a los adultos. Éstos también se pueden comer, hiviéndolos y agregándolos a sopas y estofados.
HORMIGAS
Pruebe a agregar hormigas tostadas a ensaladas y otros platos.
El ácido fórmico que contienen le agrega a veces un agradable toque al plato.
SALTAMONTES, GRILLOS, CHICHARRAS, CIGARRAS
Son los insectos preferidos del autor de este trabajo.
Se los puede freír, asar en piedras calientes, moler y agregar en una sopa y esparcidos sobre platos de otros alimentos.
Sólo es necesario quitar los extremos de las patas y las alas, y en el caso de saltamontes y cigarras, tire de la cabeza con cuidado para retirar las entrañas.
En una mañana fría se pueden atrapar gran cantidad de perezosos saltamontes y cigarras. No coma saltamontes y cigarras al natural porque pueden contener nematodos que estarán muy felices de pasarse a un hospedador humano.
LOMBRICES DE TIERRA
Tome unas lombrices, déjelas un día encerradas en un recipiente para que purguen los desechos de sus canales alimenticios, y luego déjelas secar, muélalas y agréguelas como extra en otras comidas.
Agregarán ricas proteínas a su alimento.
También se puede hacer un picadillo (paté) muy bueno.
CARACOLES DE TIERRA
Los caracoles de tierra saltados en manteca, vino y ajo son excelentes.
En algunas zonas se pueden atrapar enormes cantidades de caracoles de tierra. Antes se los purga durante 24 horas en un recipiente con afrecho (cascarilla de trigo o salvado).
Una vez cocinado como se indica arriba, se pueden volver a poner en su cáscara para servirlos o simplemente comerlos así.
CONCLUSIÓN
Los insectos (y moluscos) que se han incorporado a las recetas son sólo algunos de los incontables que se pueden probar como agregados a nuestra dieta.
El único límite es la voluntad de dejar a un lado los preconceptos culturales sobre el consumo de insectos.
Abra usted su mente y su boca y se sorprenderá de experimentar placer al comerlos.
Gramo a gramo, los insectos nos ofrecen una fuente importante de proteínas para situaciones de supervivencia o, simplemente, agregan nuevas alternativas a nuestra dieta diaria.
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