La servilleta revolotea
entre el aliento
como una nube.
Mientras en las afueras
el topo del mediodía
construye
alcantarillas
con las pisadas.
La sombra de un hongo
escapa del sepulcro
de un beso de polvo.
En la procesión
de la pasionaria
todos los gritos
son iguales.
Un grillo compone
en la esquina del fuego.
El perro hambriento
busca en la calle
sobras del mediodía
-y sigue hambriento-
El acero estructura locuras
en el horizonte
sus manos de cemento
sellan sepulcros
para el espacio.
Las palabras
desayunan aceras
en las afueras
de la razón.
Y el viento
herido huye
disfrazado de olvidos...
El acero estructura locuras
en el horizonte
sus manos de cemento
sellan sepulcros
para el espacio.
Las palabras
desayunan aceras
en las afueras
de la razón.
Y el viento
herido huye
disfrazado de olvidos...
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