miércoles, 2 de febrero de 2011

Aquel baúl... lleno de sorpresas.


En un mundo de cuentos, algo lleno de magia es un olvidado baúl,
 guardado en el tiempo en aquel rincón del cuarto, 
 su presencia tantas veces ignorada, o utilizado como tantas otras cosas temporarias,
 así transcurre su tiempo en aquel lugar, sin ser percibido por sus habitantes.


Pero un día, una hora, un instante, algo hace que pongas tus ojos en él,
 que tus sentidos se entrelacen en aquella figura llena de intrigas y misterios.

 Y como un chico con ojos brillantes te acercas a él,  
 y con temblorosa mano rozas su cuerpo, percibiendo el perfume de su madera,
 la textura de algo que oculta y está en él.

 Piensas, que habrá encerrado en su profundidad,  que misterio o secreto se ocultó por tantos años que nadie se animó a ver en él. 

Por un instante el temor te hace retroceder, poner distancia entre ambos, silencios, pero su encanto, su magia, su… aquello que no sé, te regresa a él… lo miras, 
lo escuchas, lo hueles, te quedas en silencio a corta distancia y con paso temeroso
 pero atrevido abres su tapa…

 Y es allí donde todo se vuelve hoy…

Mi baúl, fue extraño, una conjunción de realidades y sentires,
 una paleta de colores para un alquimista,
 un instante lleno de magia, de asombro que crecía en cada descubrir su secreto…

Ella, que moraba en él, dejaba en forma casi de narrativa mostrar miles de formas de un solo trazo, pero sus palabras encerraban mucho más que sus sonidos…

 y en la medida que ellas llenaban el espacio aquella historia tomaba belleza, armonía, silencios, sentires.

Y tantas preguntas se agolpaban en busca de respuestas, 
que resultaban tan simples en sus ojos…

Una sumatoria de instantes, cuyo tiempo era el del propio interés,
 la duración de su propia magia.

En sentido de Ser en ese cuento, luego perdía toda razón de ser,
 y lo alejaba de su historia, como una carátula de cuaderno nuevo,
 pero capitalizando todo aquello que había aprendido en aquellas hojas escritas…

Sorpresas una tras otras,
 conformaban el resplandor de aquellos ojos que apasionados
 se adentraban en sus secretos.

Así descubrió un color que la caracterizaba en ciertas ocasiones…
 Un Azul, no el azul del mar, ni el azul de una atardecer,
 sino éste azul…



Con una determinada misión en el aquí y en el hoy….



Muy definida, muy humanitaria, muy llena de sensibilidad, 
muy admirable.

Pero su mundo no terminaba allí,
 su mundo continuaba en las ciencias, en la biología,
 en la medicina, en la curiosidad del buscar,
 del confrontar la realidad con las posibilidades, del egoísmo humano con aquello
 que la naturaleza nos regala,
 y desde allí parada insistía en que todo se podía lograr…



Varios temas surgieron de aquel interior de aquel baúl,
 filosofía, ciencias, simples estados de ánimos, mucho de vida,
 mucho de instantes vividos, experiencias capitalizadas y fundamentalmente...


Muchas ganas de hacer, de Ser y no simplemente estar….

Siempre un Baúl con sus tapas cerradas,
 puede ser un cúmulo de sentires y magia o aquel de Pandora.

 Este baúl él cual me animé a descubrir fue y es un instante eterno lleno de magia
 y del cual muchas cosas seguramente incorporaré en mis pasos por el hoy….

 Gracias pequeño Baúl…

Y lo más sorprendente de él,
 es que su color azul tiene estas insignias….


 ¡¡¡ Señor... sí... Señor !!!

a la orden CAPITÁN...

¡¡¡ nada tan alejado a su propia esencia !!! 



Otra historia para mi libros de tapas duras en el aquí y ahora.

"Cuentos del camino"


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