Rodando en los torbellinos
del contrasentido
me golpean palabras
de hielo.
Un desierto en el horizonte
y la angustia
apadrinando las ideas.
La tarde herida de sombras
se parece
a un barril de
vino viejo.
Su corazón de sangre-noche
late borracho
en los surcos de la piel.
La noche es propicia
para aprender
a cruzar
en silencio.
del contrasentido
me golpean palabras
de hielo.
Un desierto en el horizonte
y la angustia
apadrinando las ideas.
La tarde herida de sombras
se parece
a un barril de
vino viejo.
Su corazón de sangre-noche
late borracho
en los surcos de la piel.
La noche es propicia
para aprender
a cruzar
en silencio.

No hay comentarios:
Publicar un comentario