lunes, 25 de abril de 2011

Sistemas Caóticos ¿Es el Cambio Climático una mentira para ignorantes?


Comúnmente, cuando se habla de cambio climático se desvirtúa el término añadiendo significados falaces al término.
 Es obvio que el cambio climático existe, pues el clima no es una constante; sin embargo, sí es muy cuestionable el sentido que se le da comúnmente a la expresión “Cambio Climático”, queriendo significar 
“Cambio provocado por el hombre de manera abusiva”.
Diariamente nos vemos bombardeados por aseveraciones, documentales, falacias, exposiciones y conferencias sobre el cambio climático, cuyas tesis varían desde avisos de precaución a anuncios apocalípticos de destrucción universal. 
Sin embargo, a excepción de algunas poco publicitadas y acalladas voces, nadie observa el fenómeno desde una perspectiva seria, a través del método científico; o al menos sus opiniones no llegan al gran público.
 Y es que, si se observa el tema con esta óptica, se puede llegar a descubrir que “no es oro todo lo que parece” y que detrás de este asunto, como de todo, importan más los intereses políticos que la realidad.
¿Por qué afirmo esto, arriesgándome a ser el objetivo de multitud de insultos y denostaciones por parte de muchos? 
Pues porque me debo a la verdad científica; y las matemáticas y a las físicas como ciencias, son capaces de hacer salir a la luz esta verdad.
Pero antes, hablemos del caos…


¿Qué es el caos?


Tranquilos, con caos no me refiero al fin del mundo ni a ninguna de esas figuras apocalípticas de las que otros saben hablar mucho mejor que yo.
 Con caos, me refiero, únicamente, al comportamiento de las soluciones de algunas ecuaciones diferenciales.
Cualquiera que conozca un mínimo de calculo diferencial sabe que una ecuación diferencial no es más que una ecuación cuya solución es una función (en contraposición a las ecuaciones algebraicas, cuya solución es un número), es decir, una relación entre dos variables. 
Por su constitución, las ecuaciones diferenciales son el lenguaje de la física y, por consiguiente, de toda la evolución del mundo tangible.
Así, la mayor parte de las leyes físicas se enuncian a través de ecuaciones de este tipo, restringiéndose el problema, en la mayoría de los casos, a obtener una solución con unas condiciones iniciales concretas (unos valores iniciales de los que el sistema parte y evoluciona según la ecuación).
Estas soluciones, como cualquier función, suelen presentar uno de dos comportamientos posibles cuando la variable crece sin control (es decir, tiende hacia infinito), la estabilidad o la inestabilidad.
 Esto quiere decir que se pueden separar las soluciones de las ecuaciones diferenciales en dos grupos, aquellas que en el infinito tienden a un valor fijo (que en realidad nunca alcanzan) y que se consideran estables; y aquellas que, al contrario, crecen sin control y nunca alcanzan un valor máximo (o mínimo si están decreciendo), conocidas como soluciones inestables.
Bien, pues se conoce como caos un comportamiento intermedio entre la estabilidad y la inestabilidad que presentan algunas soluciones de ecuaciones diferenciales. 
En realidad, es un comportamiento dual, pues las soluciones caóticas presentan a la vez un comportamiento estable e inestable, decantándose por uno u otro en función de las condiciones iniciales del problema.

Condiciones Iniciales


Como comenté anteriormente, un problema de ecuaciones diferenciales se caracteriza por sus condiciones iniciales, demostrándose que, para cada valor de estas, el problema (conocido como Problema de Cauchy) posee solución única, distinta de las soluciones para otros valores de las condiciones iniciales.
Pues bien, un sistema caótico, se caracteriza por su extrema sensibilidad a la variación de las condiciones iniciales. 
Es decir, una variación mínima de estas implica que la solución del sistema cambie drásticamente de la estabilidad a la inestabilidad, y esto conlleva que los efectos de las soluciones de estos sistemas no puedan ser predecidos a largo plazo, creciendo, además, el error cometido en las predicciones de manera exponencial. 
Es decir, que el error de una predicción respecto a otra, habiendo transcurrido entre las dos diez unidades de la variable de la función, es más de 22.000 veces mayor que el error que ya presentaba la primera.
 Todo esto debido a una ínfima variación de las condiciones iniciales.

¿Y esto que tiene que ver con los climatólogos y sus predicciones?


¿Cuántas veces se habrán quejado de que la predicción del hombre del tiempo ha fallado de manera estrepitosa? 

¿Cuántas veces desconfían de estas predicciones debido a ello? 

¿Entonces porqué confían en predicciones de temperatura de aquí 
a diez o veinte años? 

¿No es un poco paradójico?…

Estos errores en las predicciones del clima se deben a que la atmósfera, como sistema dinámico y físico es un sistema caótico. 
Es decir, las ecuaciones que lo gobiernan poseen soluciones que se ven enormemente afectadas por las variaciones en las condiciones iniciales. 
Y esto tiene un importante significado, pues las condiciones iniciales para la predicción del clima están constituidas por el estado de este en TODA la atmósfera, valores que son imposibles de ser conocidos con exactitud, tanto por la enorme extensión de esta como por la incertidumbre experimental que toda medida introduce.
Así, a la hora de realizar predicciones, los meteorólogos recurren a simplificaciones, suponiendo que el estado de la atmósfera en puntos lejanos al lugar donde se centra la predicción no afecta a esta; simplificación que introduce en la predicción errores a lo largo del tiempo en la forma anteriormente mencionada (crecimiento exponencial) y que estragan cualquier suposición a largo plazo.
A día de hoy, y con el enorme poder de computación que poseemos, se estima una exáctitud del 80/85% en predicciones a un día, creciendo enormemente el error a partir de esa fecha y siendo inútil enunciar cualquier predicción con más de dos semanas de antelación.

Entonces… ¿el hombre ha cambiado el clima?


Y volvemos así a la tesis principal del post, el papel del hombre  en el cambio climático. 
A vista de todo lo anterior, es absurdo establecer predicciones a largo plazo sobre la evolución del clima o la temperatura a nivel mundial debido a que la atmósfera es un sistema caótico y que la propia capacidad de predicción de las matemáticas nos estraga los resultados. 
ES IMPOSIBLE establecer la evolución del sistema a largo plazo.
Se que algunos me contestara exponiendo alguna gráfica en la que se observa la evolución de la temperatura en los últimos cuarenta años, que es lineal, bla, bla, bla… 
Y yo les contesto con una pregunta ¿acaso una función sinusoidal no crece en principio como una recta, pero luego decrece? 
Un comportamiento local no se puede extrapolar a un comportamiento global, y la ciencia se ha llevado muchos golpes a lo largo de la historia por culpa de este tipo de razonamiento confiado.

Bueno, ¿entonces emitimos CO2 sin control?


Hemos visto que no poseemos herramientas capaces de predecir el clima al largo plazo con exactitud suficiente.
 Sin embargo, eso no es excusa para el desmedido descontrol que presentan las emisiones de CO2 en el mundo 
Pues no solo la atmósfera puede sufrir sus efectos, si no que los seres humanos nos vemos afectados de mala manera, sufriendo enfermedades respiratorias como el asma, la cual yo mismo sufro; 
y que cada año son más numerosas.
Así pues, yo no soy un detractor de la política medioambiental de reducción de emisiones, pero no estoy de acuerdo en las tesis que se presentan a favor de ella, como la famosa verdad incomoda de Al Gore, que al fin y al cabo no es más que una estrategia política muy bien planeada y ejecutada en el momento adecuado.
Por cierto… ¿alguien se acuerda del agujero de la capa de ozono?

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