Oficialmente, ni siquiera existe.
Sin embargo, enormes letreros advierten a los visitantes que llegan a su perímetro que se encuentran en un zona militar de acceso restringido, y que podrá hacerse uso de fuerza letal en el caso de que se atrevan a traspasar los límites señalados.
No sé sabe lo que se realiza en su interior, pero muchas personas afirman haber visto extraños objetos sobrevolando su espacio aéreo.
Los conspiracionistas de hecho consideran que se trata de la punta
del iceberg de un enorme complejo subterráneo que contendría naves alienigenas, e incluso a extraterrestres vivitos y coleando.
Les presento el Área 51, una de las bases más secretas
(y paradójicamente más famosas) del Ejército norteamericano.
El Área 51 debe su nombre a una demarcación administrativa de terrenos públicos que las autoridades del estado de Nevada realizaron a principios
de los años 50.
Se encuentra ubicado dentro del enorme complejo de la base aérea de Nellis, bajo administración militar, y comprende un total de 155 kilómetros cuadrados de zona desértica.
El Área 51 está rodeada por una cordillera montañosa que permite mantener alejadas las miradas indiscretas de lo que se hace allí dentro.
En éste mapa podemos observar la ubicación del Área 51, en amarillo.
Se encuentra en medio del complejo aéreo de la base Nellis, y tiene como ilustre vecino al oeste el complejo de pruebas nucleares de Nevada, que cuenta con ciudades ficticias, carreteras e incluso 2 areródromos que permiten poder recrear la destrucción qué es capaz de provocar una bomba atómica.
Como se pueden imaginar, todo el recinto esta enormemente vigilado.
Durante muchos años, el Gobierno estadounidense negó la existencia de ninguna base militar en el Área 51.
Sin embargo, y a diferencia del complejo Nellis, el acceso a la zona está completamente prohibido a los civiles y al tráfico aéreo.
Enormes letreros advierten a los visitantes de que si violan el perímetro de la zona incurrirán en un delito federal y podrán ser disparados.
Unos guardias de seguridad privados armados con fusiles de asalto vigilan
los límites del Área 51, y detienen inmediatamente a cualquier incauto
que pretenda traspasar los límites.
La evidencia obligó finalmente a la Administración Federal a reconocer
en 2003 la existencia de una "instalación militar" en el Área 51.
Naturalmente, no entró en detalles.
Letreros cómo éste señalan el perímetro del Área 51,
y advierten de las funestas consecuencias para quién pretenda violarlo.
En lo alto de la colina podemos ver el jeep del equipo de seguridad privado, observando al fotógrafo y listo para capturarlo si traspasa la línea.
A lo largo de los años se han ido filtrando algunas imágenes - supuestas
o verdaderas - sobre las instalaciones del complejo.
Además, desde que se popularizó Google earth cualquiera puede jugar un ratito a ser espía analizando las fotografías aéreas, a pesar de los numerosos intentos del Gobierno norteamericano por tratar de bloquear éstas imágenes.
En las fotografías se pueden observar numerosos hangares, torres de comunicación, radares, un helipuerto y pistas de aterrizaje.
De las 7 pistas, hay una que destaca por encima de todas:
La "Long Runway", con una longitud de más de 7 kilómetros.
Fotografía general del Área 51, con sus pistas de aterrizaje.
La gran pregunta es:
¿Qué nave necesita semejantes pistas para aterrizar o despegar?.
¿Qué es lo que el Ejército norteamericano hace allí?.
Nadie lo sabe a ciencia cierta, puesto que no existe ningún tipo
de información oficial.
Ésta postura ha dado lugar a teorías conspiracionistas de lo más variadas.
Según los ufólogos, el Área 51 contendría naves de tecnología alienigena, entre ellas el supuesto OVNI que se estrelló en Roswell, Nuevo México,
en 1947.
Uno de los testimonios más famosos en éste mundillo es el de Bob Lazar,
un físico que trabajó en el Área 51 con platillos volantes de procedencia extraterrestre, siempre según su versión.
No hay ningún dato que avale su supuesto pasado, según el porque
"el gobierno lo ha ocultado todo".
Según los conspiracionistas, los enormes hangares del Área 51 son en realidad elevadores que permiten sacar a tierra las naves de tecnología alienígena
con las que cuentan.
La realidad parece sin embargo mucho más pragmática.
Es cierto que son numerosos los testimonios que afirman hacer visto extrañas luces sobre el cielo del Área 51, pero ¿Por qué han de ser de procedencia extraterrestre?
Muchos analistas consideran que el Área 51 es un campo de ensayo
de la Fuerza Aérea, donde se llevan a cabo las pruebas de sus aviones
más modernos y en consecuencias más secretos.
Es lógico que si una persona viera una aeronave volando de noche
a velocidades superiores a Macth 3 (3 veces la velocidad del sonido),
pudiera pensar que está presenciando el vuelo de una nave alienigena,
sobre todo si está predispuesta a creerlo.
Recientemente, varios ex-militares que estuvieron destinados en el Área 51 han roto su silencio, y han confirmado que efectivamente el Área 51
es un campo de ensayo donde durante los años 60 y 70 se probaron multitud de aviones espía, como los OXCART, o el famoso U-2.
Parece mucho más probable que el Área 51 sea un campo de pruebas
que la Fuerza Aérea emplea para testear sus nuevos ingenios,
como el bombardero invisible al radar B-2 de la imagen.
Teniendo en cuenta que el desarrollo de cada uno de éstos aviones
cuesta 2.000 millones de dólares, parece comprensible que el Ejército norteamericano quiera mantenerlo alejado de miradas curiosas.
Pero, ¿Por qué entonces el gobierno permite que se digan
tantas mentiras sobre el Área 51?
La respuesta es bien sencilla: Porque conviene.
¿Qué mejor forma de desviar la atención sobre los vuelos secretos que están llevando a cabo tus nuevas aeronaves, que hacer creer a la gente que lo que están presenciando no es tecnología militar sino platillos volantes?
Ello justificaría multitud de preguntas incómodas de responder.
Aunque todo el aura de misterio que rodea a la base se levantaría autorizando una visita a cualquier medio de comunicación, es posible que durante muchos más años permanezca vedada al gran público, dando lugar y justificando todas las teorías conspiracionistas que os podáis imaginar.
Hasta entonces, habrá que seguir la famosa frase del agente Mulder:
"La verdad está ahí fuera".
vía: para contar en la cena
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