Todas las simulaciones por ordenador de la mecánica celeste del sistema solar indican que la trayectoria del planeta Mercurio
es la más inestable de todas.
Las mejores simulaciones hasta el momento indican que hay un 1%
de posibilidades de que su excentricidad crezca en los próximos 5000 millones de años (antes de que el Sol se convierta en gigante roja) provocando inestabilidades en los planetas menores, como su colisión contra Venus, o que Venus colisione con la Tierra, o incluso que Marte colisione con la Tierra.
Ninguno llegaremos a verlo pero a todos nos gusta pensar que hay un 99%
de posibilidades de que el sistema solar sea estable hasta que el Sol empiece a hacer de las suyas.
Nos lo comenta el especialista Gregory Laughlin, “Planetary science: The Solar System’s extended shelf life,” News and Views, Nature 459: 781-782,
11 June 2010 , siendo el artículo técnico J. Laskar, M. Gastineau, “Existence of collisional trajectories of Mercury, Mars and Venus with the Earth,” Nature 459: 817-819, 11 June 2010 .
Por cierto, en Science Now también se hacen eco de la noticia, Phil Berardelli, “Solar System on a Collision Course,” ScienceNOW Daily News, 10 June 2010 .
Las simulaciones numéricas más precisas del movimiento de los planetas en el Sistema Solar dejan de ser válidas tras unas decenas de millones de años.
No tiene sentido calcular una única trayectoria más allá debido a nuestras incertidumbres en la posición y velocidad exactas de los planetas
ahora mismo.
Si se quiere estudiar la estabilidad del sistema solar a más largo plazo hay que recurrir a simulaciones de Montecarlo-Canals en las que se perturbe aleatoriamente las condiciones iniciales dentro de sus márgenes de error sistemáticos.
Sólo los resultados promediados estadísticamente tienen algún valor predictivo.
Laskar y Gastineau han simulado en un supercomputador todo el sistema solar, incluyendo la luna y la corrección postnewtoniada debido a la teoría de Einstein durante 5000 millones de años (han estudiado 2501 órbitas).
La figura de la izquierda, arriba, muestra
la excentricidad máxima de Mercurio cuando sólo se aplican las leyes de Newton a todos los planetas, y abajo el nuevo resultado relativista incluyendo la luna.
En concreto son solo 201 órbitas en las que se ha variado sólo la posición
de Mercurio, aletariomente, en un intervalo de [-380,380] cm
(sí, has leído bien, centímetros).
Un cambio tan pequeño y en 5000 millones de años las diferencias
son enormes.
Lo más relevante es que las nuevas simulaciones muestran que
la excentricidad máxima de Mercurio fluctúa mucho menos de lo que
se pensaba, aún así, a partir de unos 3000 millones de años,
121 simulaciones muestran excentricidades muy grandes y de ellas 34 acaban con una colisión planetaria.
En las 2501 simulaciones realizados, el 1% presenta colisiones de Mercurio con el Sol, de Mercurio con Venus, de Venus con la Tierra,
e incluso de Marte con la Tierra.
Por cierto, los autores del artículo confiesan que 14 de las 2501 simulaciones en un supercomputador todavía no habían acabado (cuando escribieron el artículo y no sabían cuando acabarán), no han alcanzado 5000 millones de años (porque necesitan pasos de tiempo extremadamente pequeños).
Curioso.
Realmente curioso, pero inútil. Literalmente “At the time of writing, 14 of these have not yet reached 5 Gyr and may still be running for a few months, as their step size is greatly reduced.”
En resumen, el sistema solar nos parece eterno, pero ni el Sol lo es, ni los planetas interiores lo son necesariamente.
El más “inestable,” como es de esperar, es Mercurio.
La estabilidad del sistema solar seguirá requierendo supercomputadores a pleno rendimiento durante muchos años.
por las dudas que llegue no me saco el casco...
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