domingo, 3 de julio de 2011

Aquellas tinieblas...


Cuando se apaga la última lámpara
no sólo se apaga algo mayor que la luz:
también se enciende la sombra.



Debería haber sin embargo lámparas
que sirvieran exclusivamente
para encender la sombra.

¿No hay acaso miradas para no ver,
vidas nada más que para morir
y amores sólo para el no olvido?

Hay por lo menos ciertas tinieblas predilectas
que merecen su propia lámpara de oscuridad.


R. Juarroz

No hay comentarios: