miércoles, 20 de julio de 2011

Preparándonos para la próxima gran tormenta solar.


En septiembre de 1859, durante la víspera de un ciclo solar que resultaría ser de intensidad inferior al promedio, el Sol desató una de las tormentas solares más poderosas de los últimos siglos. 
La erupción solar subyacente fue tan inusual que los investigadores aún no están seguros sobre cómo clasificarla. 
El estallido bombardeó la Tierra con los protones más energéticos de la última mitad del milenio, indujo corrientes eléctricas que incendiaron oficinas de telégrafos y desencadenó auroras boreales sobre Cuba y Hawái.
Esta semana, las autoridades se reunieron en el Club Nacional de Prensa, en Washington DC, para hacerse una simple pregunta:
 ¿Y si esto ocurre de nuevo?
"En la actualidad, una tormenta como esa podría darnos una buena sacudida", dice Lika Guhathakurta, quien trabaja en física solar en la base de operaciones de la NASA. 
"La sociedad moderna depende de sistemas de alta tecnología como las redes eléctricas inteligentes, el Sistema de Posicionamiento Global (GPS, por su sigla en idioma inglés), y las comunicaciones satelitales. 
Todos estos sistemas son vulnerables a las tormentas solares".
A mediados del año 2011, el Sol se encuentra una vez más en la víspera de un ciclo solar de intensidad inferior a la usual, al menos eso es lo que afirman los pronosticadores. 
El "Evento Carrington", que tuvo lugar en 1859 y que recibe dicho nombre en honor del astrónomo Richard Carrington, quien presenció la erupción solar que lo causó, nos recuerda que pueden ocurrir tormentas muy fuertes incluso cuando el Sol está pasando por un ciclo nominalmente débil.
En 1859, las consecuencias más graves fueron un día o dos sin mensajes telegráficos y muchos perplejos observadores del cielo en islas tropicales.
Pero al final del año 2011, la situación sería mucho más grave.
 Según un informe del año 2010, publicado por la Academia Nacional de Ciencias, una poderosa tormenta solar, como las que ocurren una vez al siglo, podría tener el mismo impacto económico que 20 huracanes Katrina.
Mientras las autoridades se reúnen para conocer más sobre esta amenaza, los investigadores de la NASA, quienes se encuentran a algunos kilómetros de distancia, ya están haciendo algo al respecto:
Ya es posible rastrear el progreso de las tormentas solares en 3 dimensiones, conforme se acercan a la Tierra", dice Michael Hesse, quien es director del Laboratorio del Tiempo en el Espacio, en el Centro Goddard para Vuelos Espaciales, y quien dará una conferencia en el foro. 
"Esto hace posible desplegar alertas accionables por el tiempo en el espacio, las cuales podrían proteger las redes de energía eléctrica y otros dipositivos de alta tecnología durante los períodos de actividad solar extrema".


Los analistas del Laboratorio del Tiempo en el Espacio, en el Centro Goddard para Vuelos Espaciales, han creado este modelo tridimensional que predice la trayectoria de una eyección de masa coronal (CME, por su sigla en idioma inglés), la cual se dirigía hacia la Tierra el 21 de julio.
Haga clic aquí para ver cómo la CME pasa alrededor de nuestro planeta.


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