sábado, 13 de agosto de 2011

Ellos y Nosotros




Y sí.
Son ellos. Los que están ahí.
Dentro de sí mismos.
Tras los muros.
No pudieron resistir el desamor,
la desconfianza, la traición...

Porque ellos no aprendieron a desconfiar.

Querían otro mundo...
No. Otra gente.

No. Otra forma de ser gente, de decirse, de amarse, de contarse...
Y no pudieron resistir la soledad inmensa que dejan los contactos fugaces,
las palabras vacías de sentido, los oídos que no escuchan,
las palabras que no se quieren escuchar.

Y nosotros, los que estamos "de este lado", y lo podemos resistir...
o decimos que lo podemos resistir...
¿estamos menos locos?.

Estamos locos, si.

Cuando nos bancamos que mueran personas casi a nuestro lado sin prestar
casi la mínima atención.

Cuando permitimos los suicidios cotidianos (nuestros y silenciosos)
de los que se quedaron sin sueños.

Los que se suceden minuto a minuto, alargando los dolores,
haciendo pergaminos de las pieles, y del corazón, rocas.

Día tras día. Hasta que, agotados, se rinden y ya no sienten más.

A la idiotez de la vida pasando entre móviles, semáforos interminables
y noches de humo y alcohol...

Cuando no discriminamos que se destruye más cuando no podemos
(o nos olvidamos cómo es) dar, recibir, pedir.

Cuando nos habituamos a agredir ("civilizadamente")
Y nos agredimos con modelos sin contenido.
Cuando soportamos sobremorir a enfrentar cada amanecer.

Cuando no sabemos encontrarnos en los ojos del otro.
Del amor de una mirada tierna.
Una caricia dulce, de una espera certera.

Hablo del amor al sol y de las manos abiertas, y limpias.
¿Casi maternal? Y a veces tan carnal!!!
Hablo del sereno respirar de dos dormires.
Del despertar acompañado.
De ventilar al sol la tolerancia al no tan semejante.
De no dejar escapar día a día las delicias y deberes que nos ofrece
el banquete de la vida.
Cuando no comprendemos que no se trata de vivir.
Sino de habitar poéticamente la existencia.

Pero es escribir tan distinto al hacer.
Es el sentir tan distinto al ser.
Quizás lo encontré en mi pequeño mundo de nunca jamás.
Con más magia que ellos.

Y al final soy... Ellos y nosotros.

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