Se desmembra la noche
en sudorosa lluvia de espectros.
El frío manto penetra como larva...
en el agujero de sensaciones perdidas.
Un grillo canta la canción del adiós.
La carne violácea, vacilante y herida
se rinde ante la tierra del asombro.
Angeles Charlyne
De “Vitral” - Editorial “DE LOS CUATRO VIENTOS
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