domingo, 7 de agosto de 2011

Nueva relación entre...


el mundo Orínico y la Psicosis.


Las similitudes entre la actividad cerebral durante el sueño lúcido y la psicosis, sugieren que la terapia del sueño puede ser útil para el tratamiento psiquiátrico,
según el taller realizado en la European Science Foundation (ESF).

Esto se ve reforzado por la potencial relación evolutiva entre
los sueños y la psicosis.

El sueño lúcido (cuando usted sabe que está soñando),
es un híbrido entre el sueño y la vigilia.

Esto crea distintos patrones de actividad eléctrica en el cerebro
que tienen similitudes con los modelos realizados a condiciones psicóticas
como la esquizofrenia.

La confirmación de vínculos entre los dos estados ofrece posibles rutas para nuevas pautas terapéuticas, basadas en la comprensión de cómo un sueño saludable difiere de la inestabilidad de estados asociados con trastornos neurológicos y psiquiátricos.

Los nuevos datos afirman la conexión al mostrar que, aunque el cerebro sueñe
con lucidez se encuentra en un estado disociado,
según Ursula Voss de la Universidad de Frankfurt, en Alemania.

La disociación consciente implica perder el control sobre los procesos mentales,
tales como el pensamiento lógico o la reacción emocional.

En algunas condiciones psiquiátricas, se sabe que este estado también se produce mientras la persona está despierta.

"En el campo de la psiquiatría, el interés por los sueños de los pacientes ha disminuido progresivamente, tanto de la práctica clínica como en la investigación.

Pero este nuevo trabajo parece demostrar que se puede hacer comparaciones entre sueño lúcido y algunas condiciones psiquiátricas que implican una disociación anormal de la conciencia mientras está despierto, como la psicosis,
la despersonalización y las pseudoconvulsiones",
explica el coordinador del taller Silvio Scarone,
de la Università degli Studi di Milano en Milán, Italia.

Entre tanto, la desacreditada idea del tratamiento de algunas condiciones
con la terapia del sueño, ha despertado el interés de los clínicos.

Un ejemplo son las personas que sufren de pesadillas, que a veces pueden
ser tratadas mediante un entrenamiento para soñar lúcidamente,
de manera que puedan despertar conscientemente.

"Por un lado, los investigadores del sueño podrían aplicar ahora sus conocimientos
a pacientes psiquiátricos con el objetivo de construir una herramienta útil
para la psiquiatría, que reactive el interés por los sueños de pacientes",

"por otro lado, investigadores de neurociencia podrían estudiar la manera
de extender su trabajo a las condiciones psiquiátricas, utilizando métodos
de investigación del sueño para interpretar los datos de psicóticos agudos
y de estados disociados cerebro-mente".

La existencia de tales condiciones psicóticas pueden estar enraizadas
en el papel evolutivo de los sueños.

Los sueños, se pensaba, que habían surgido en los primeros seres humanos
para ensayar respuestas a los muchos acontecimientos peligrosos con los
que se enfrentaban en la vida real.

Si la teoría de simulación de amenaza es correcta, desarrollada por Antti Revonsuo de la Universidad de Turku en Finlandia,
podría tener orígenes aún más atrás en la evolución, teniendo en cuenta que
otros mamíferos, como los perros,
también presentan características de actividad eléctrica cuando sueñan.

Los investigadores también examinaron la idea de que los delirios paranoicos
y otros fenómenos alucinatorios, que ocurren cuando el estado de sueño disociativo implica la repetición de situaciones de peligro llevados a cabo durante la vigilia.

"La exposición a una amenaza real, supuestamente, activa el sistema de sueño,
por lo que produce simulaciones que ensayan amenazas realistas en términos de percepción y comportamiento", señalaba Scarone.

"Esta teoría trabaja sobre la base de que, el entorno en el cual evolucionó el cerebro humano, incluía frecuentes acontecimientos peligrosos que planteaban amenazas
a la reproducción humana.

Esto podría haber sido una seria presión selectiva sobre las poblaciones humanas ancestrales, que activaría plenamente la mecanismos de simulación de amenaza".

Sin embargo, es poco probable que los sueños se hayan desarrollado sólo
para recrear amenazas.

Seguramente debe de jugar un papel en el proceso de aprendizaje,
según Allan Hobson, psiquiatra e investigador del sueño .

Los contenidos añadidos durante la vigilia se integran en un programa automático de sueño consciente durante el sueño.

Esto funciona junto con las observaciones que se aprenden durante el día
para consolidarse cuando se duerme por la noche, lo que conduce al fenómeno curioso de que la gente recuerda mejor los hechos el día después
que en el momento de producirse.

fuente: European Science Foundation

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