jueves, 13 de octubre de 2011

sobre el Calendario Maya.

El calendario maya no era tan preciso como algunos afirman.
 Ni siquiera es más preciso que aquel introducido por Julio César en 45 a.C.

Estela 1 de La Mojarra.
 Detalle que muestra tres columnas de glifos del segundo siglo antes de la era cristiana. 
La columna de la izquierda representa la fecha en Cuenta Larga 8.5.16.9.9, correspondiente al día jueves, 15 de julio del año 156 de nuestra era.


¿Qué intentaban los mayas con su calendario?
Siempre que estudiamos otra cultura, nos arriesgamos asumiendo que sus miembros tienen las mismas prioridades que tenemos nosotros.
 Este riesgo puede ser mayor cuando estudiamos su calendario, ya que “todos sabemos para qué es un calendario”.
 La siguiente cita, del arqueoastrónomo Anthony Aveni, puede ser buena para tener presente cuando leas sobre el calendario maya:
La diferencia entre la cuenta de 365 días por año y el actual de 365,2422 días, medido por el recorrido del Sol en el cielo, no parecía tener importancia 
para los mayas.

 No agregaban días al año calendario en ciertas ocasiones, como lo hacemos con los bisiestos para que nuestros festivos no retrocedan al pasar las estaciones. 

¿Qué sucedería si la Navidad retrocediera hasta otoño?

Por razones que probablemente nunca conoceremos, los mayas parecían poner más énfasis a una cadena de tiempo continua, como lo hicieron con el Tzolkin. 

Eran diferentes de nosotros.

La estructura del sistema de calendario maya
Los mayas usaron dos calendarios primarios:
 El año sagrado de 260 días llamado Tzolkin
 y el año civil de 365 días llamado Haab.
 Estos calendarios funcionan de manera simultánea.
 Debido a la diferencia de longitud,
 el calendario se repite cada 52 años mayas.
 El ciclo completo fue llamado Calendario Circular.
Es probable que el calendario maya no se originara con los mayas, sino más bien se originó en una cultura anterior y que otras culturas tales como la azteca derivaron su calendario de fuentes similares.
El Calendario Circular fue suficiente para la mayoría de los usos, dado que su duración excedía la esperanza de vida del maya promedio.
 Sin embargo, para referenciar el paso de tiempo para más de 52 años, los mayas usaron un tercer calendario conocido como Cuenta Larga.
El Tzolkin: El calendario religioso
El calendario Tzolkin (o “sagrado”, o “religioso”) usó un ciclo de 260 días.
 Este calendario fue usado en toda Mesoamérica, y no es únicamente de los mayas.
Es probablemente el calendario más antiguo en su sistema, y fue tal vez el más importante. Los mayas probablemente heredaron este calendario de culturas anteriores.
El propósito original de idear tal calendario, sin relación obvia con algún ciclo astronómico o geológico, es desconocido, pero hay varios orígenes sugeridos. 
Una idea común es que la longitud del calendario fue basada en la multiplicación de 13 y 20, números que fueron importantes para los mayas.
 El veinte fue la base del sistema de conteo maya, y fue tomado del número de dedos humanos. El trece puede haber simbolizado el número de niveles en el supramundo donde vivían los dioses, o puede ser una referencia al número de “articulaciones” del cuerpo humano (tobillos, rodillas, caderas, hombros, codos, muñecas, y cuello).
Otra idea es que el periodo de 260 días viene de la duración del embarazo de la especie humana. 
Este es cercano al número promedio de días de gestación. También es posible que el número 260 fuese señalado como un patrón repetitivo de alguna combinación de los motivos explicados. 
Los humanos somos buenos encontrando patrones incluso donde no existen. 
Puede ser posible que ninguna de las especulaciones anteriores sea correcta, y simplemente nunca sabremos por qué el número 260 fue escogido como la base del calendario.
Mientras que nuestro calendario usa una semana única de siete días, el calendario Tzolkin maya usó dos longitudes diferentes de semana:
  • una semana numerada de 13 días, en la que los días estaban numerados de 1 a 13.

  • Una semana nombrada de 20 días, en la que los nombres de los días eran:

0. Ajau1. Imix2. Ik3. Ak’bal4. K’an
5. Chikchan6. Kimi7. Manik8. Lamat9. Muluk
10. Ok11. Chuen12. Eb13. Ben14. Ix
15. Men16. Kib17. Kaban18. Etz’nab19. Kawak

Dado que las semanas numeradas y nombradas corrían de manera simultánea, cada uno de sus nombres y números cambiaban diariamente.
 Si un día era 3 kimi, el siguiente día no era 4 kimi, sino más bien 4 manik, y el siguiente sería 5 lamat.
 La siguiente vez que kimi volvería a aparecer, 20 días más tarde, sería 10 kimi en lugar de 3 kimi.
 El próximo 3 kimi no ocurrirá hasta 260 días después.
 Este ciclo de 260 días también era asociado con buena o mala suerte relacionada con cada combinación número/nombre, y fue conocido como el “año adivinatorio”.

El Haab: El calendario civil
El Haab fue el calendario civil. Estaba formado por 18 “meses” de 20 días cada uno, seguido de 5 días extras, conocidos como uayeb. 
Esto daba al año una longitud de 365 días.
El propósito del Haab es más sencillo, 
y fue diseñado para seguir el año solar.
Los nombres de los meses eran:
1. Pop2. Uo3. Zip4. Zotz5. Tzec6. Xul
7. Yaxkin8. Mol9. Chen10. Yax11. Zac12. Ceh
13. Mac14. Kankin15. Muwan16. Pax17. Kayab18. Cumkú
En contraste con las fechas Tzolkin, los nombres de los meses del Haab cambiaban cada 20 días; por lo que el día posterior al 4 pop sería 5 pop, seguido por 6 pop, etc., hasta el 19 pop, que es seguido por el 0 uo.
 Los días del mes fueron numerados del 0 al 19.
Los días uayeb eran considerados de mala suerte.
 Fueron conocidos como “días sin nombres” o “días sin almas”, y eran vistos como días de oración y luto. Los fuegos eran apagados y la población se abstenía de comer alimentos calientes. 
Cualquiera que hubiese nacido en esos días estaba “condenado a una vida miserable”.
El Calendario Circular
La extensión del año Tzolkin era 260 días y la extensión del año Haab era de 365 días.
 El número más pequeño que puede ser dividido por 260 y a la vez por 365 es 18.980 [días], o 52 años Haab.
Este periodo fue conocido como el Calendario Circular. Los días de ‘año nuevo’ de los calendarios Tzolkin y Haab caían el mismo día una vez cada 52 años. 
Esta se convirtió en una fecha de importancia para los mayas, y el número 52 también se volvió muy importante para ellos. 
Los estudiosos han encontrado una gran tabla numérica de múltiplos de 52 en el Códice de Dresde.
 Cada 52 años, los mayas apagaban los fuegos en sus casas y tiraban todos sus utensilios de arcilla. Luego ‘renovaban’ su vida social trayendo el “fuego nuevo” de una ubicación central en todas las aldeas y ciudades.
El “Calendario Circular” estaba formado por el número del día Tzolkin, seguido del nombre del día Tzolkin (recuerde, este ciclo tenía periodos de diferentes longitudes), y seguido por la fecha Haab (el número del día seguido por el nombre del mes). 
Un ejemplo puede ser ‘4 ahau 8 cumku’ que sería seguido por ‘5 imix 9 cumku’. La siguiente vez que un día caería en 4 ahau 8 cumku sería 18.980 días o 52 años Haab después.
El Calendario de Cuenta Larga


El Calendario de Cuenta Larga sirvió para el mismo propósito en la cultura maya que los años numerados para nosotros. 
¿Cuándo fue emitida la Carta Magna? 
En 1215. ¿Cuándo cruzó Colón el Atlántico? 
En 1492. ¿Cuándo se firmó la Declaración de Independencia de Estados Unidos?
 En 1776. Estos números son usados en nuestra cultura para referirnos a un año solar en particular.
 El Calendario de Cuenta Larga operó de manera similar a la fecha juliana moderna, que no es más que una cuenta de días que han pasado desde un punto de partida específico. 
Para la fecha juliana este punto de partida es el mediodía del 1 de enero del 4713 a.C. 
Para el calendario de cuenta larga maya, ese día fue el 11 de agosto de 3114 a.C.
Estructura de la Cuenta Larga
El calendario de Cuenta Larga contaba el tiempo en unidades de 20, por lo que 20 días hacían un uinal, 18 uinales, o 360 días, hacían un tun, 20 tunes hacían un katún, y 20 katunes, o 144.000 días, conformaban un baktun. 
Después de 13 baktunes, los números volvían a cero y la cuenta aumentaba de orden.
 Los mayas codificaron esos valores en glifos, pero nosotros representamos los glifos con números separados por periodos. 
Entonces, por ejemplo, la fecha maya de 8.3.2.10.15 representa 8 baktunes,
 3 katunes, 2 tunes, 10 uinales y 15 días desde la creación. 
Hoy en día, las correlaciones más ampliamente aceptadas del fin del décimo tercer baktún, o la fecha maya 13.0.0.0.0, con el calendario occidental están entre el 21 o el 23 de diciembre de 2012.
Sincronización


Con una excepción, los calendarios no se ‘sincronizan’ uno con otro sobre una base anual.
 Dado que la semana llamada Tzolkin tiene 20 días de extensión, y el dígito más pequeño de la Cuenta Larga es 20 días, el dígito más pequeño de la Cuenta Larga también representa el día Tzolkin.
 Por ejemplo, si el último dígito de la Cuenta Larga de hoy es 0, hoy es ajau; si es 6, es cimi. 
Sin embargo, la Cuenta Larga no se sincroniza con el Tzolkin o el Haab de ninguna otra manera.
Como se señaló arriba, las longitudes del Tzolkin y el Haab formaban la extensión del ciclo del ‘Calendario Circular’ cuando se multiplicaban.
 Por lo que el Calendario Circular formaba un patrón de repetición en un ciclo de 52 años Haab.
Por tanto, los mayas tenían al menos tres calendarios funcionando de manera simultánea, ninguno de los cuales estaba en sincronía.
 También tenían otros calendarios para otros propósitos, tales como el seguimiento de los ciclos de Venus.
Uso de la Cuenta Larga
La Cuenta Larga fue útil únicamente para identificar fechas particulares en la historia. 
Algo que está siendo tallado en roca generalmente tendrá una duración de más de 52 años, por lo que el Calendario Circular se volvería confuso rápidamente. 
Usar la fecha de Cuenta Larga en lugar de la fecha del Calendario Circular asegura que la fecha registrada en un monumento es bien comprendida cientos de años más tarde.
La Cuenta Larga fue dada como una fecha de ‘distancia’, indicando el número de días desde la fecha de creación en su mitología. 
Como resultado, es inevitable que ocasionalmente se alcancen cifras redondas.
Habiendo removido algo del misterio que rodea al calendario de Cuenta Larga maya, podemos ahora ver que un número redondo en la cuenta larga no es un misterio, sino más bien una consecuencia inevitable del conteo de días desde un punto de partida determinado.
Ideas equivocadas
Hay un montón de rumores circulando actualmente acerca del calendario maya. La mayoría de ellos no tienen nada que ver con los hechos.
Los mayas no inventaron el calendario mesoamericano
Como hemos señalado, los mayas probablemente heredaron el Tzolkin y tal vez el Haab de culturas anteriores.
 Esos calendarios fueron usados en toda la región, y es probable que todos los contemporáneos de los mayas heredaran sus calendarios de fuentes comunes o similares.
 Esta fuente es frecuentemente identificada con los olmecas, aunque hay debate sobre si fueron ellos los autores de los calendarios.
Otras fuentes potenciales son las culturas zapoteca y mixteca.
Los mayas no eran aztecas

La mayoría de las veces que los proponentes del mito del 2012 hacen referencia a imágenes del “calendario maya” muestran una imagen de la piedra del sol azteca en su lugar. 
Incluso la caricatura de la izquierda comete ese error.
Echa un vistazo a esta cita de Johan Normark:
Sí, la piedra del calendario se ve grande, pero no tiene nada que ver con la cuenta larga. Los aztecas no derivaron su calendario de los mayas, sino de una “tradición mesoamericana más general”. Los calendarios maya y azteca pueden, por tanto, remontarse a los inicios de los calendarios mesoamericanos (tales como el zapoteca). Lee esta cita extraída de Wikipedia en inglés (que sí es correcta):
“El sistema del calendario mexicano central es mejor conocido en la forma en que fue usado por los aztecas, pero calendarios similares fueron usados por los mixtecas, zapotecas, tlapanecos, otomíes, matlatzincas, totonacas, huastecos, purépechas y en Teotihuacan. Estos calendarios diferían de la version maya principalmente en que no usan la cuenta larga para fijar fechas en un marco cronológico mayor que el ciclo de 52 años”.
Por lo que el calendario de Cuenta Larga parece ser una característica del calendario maya que no aparece en muchos otros calendarios mesoamericanos. 
Sin embargo, el resto de los sistemas de calendario no parecen ser únicamente mayas.
Además, Normark señala que mucho de lo que sabemos sobre los antiguos mayas viene del Popol Vuh, un libro que recopila detalles de la explicación de la creación de los mayas quiché de la época colonial. 
En otras palabras, el Popol Vuh no fue escrito hasta mediados del siglo XV, muchos cientos de años después que la civilización maya clásica desapareció y que la zona hubiese estado bajo influencia azteca, potencialmente influyendo sobre su cultura.
Exactitud
El calendario maya fue particularmente preciso para su tiempo y lugar. 
Ya hemos indicado que el calendario maya no era tan preciso como el calendario juliano romano. 
En comparación con el año solar, el calendario juliano tenía un índice de error de 1 día cada 128 años.
 El calendario gregoriano moderno es considerablemente más preciso, con un índice de error de 1 día cada 3.300 años.
Por el contrario, el calendario maya, que no usó un sistema de años bisiestos, tenía un índice de error de 1 día cada 4 años en comparación con el año solar.
A pesar del hecho de que el Haab maya es menos preciso en comparación con el año solar que lo que es el calendario juliano, y mucho menos preciso que el calendario gregoriano moderno, hay personas que usan la supuesta precisión del calendario maya para afirmar que obviamente tienen toda la razón, mientras que nuestro calendario moderno está mal.
 Hemos visto vergonzosas afirmaciones acerca de la exactitud del calendario maya: que éste se mantiene en perfecta sincronía sin tener “días” bisiestos, que es más preciso que el calendario moderno, que mantiene un tiempo perfecto durante miles de años.
Es una tontería. Las afirmaciones de exactitud y precisión son engañosas debido a que están comparando manzanas con naranjas. 
El calendario gregoriano es fundamentalmente un calendario solar.
 El Haab fue fundamentalmente un calendario solar. 
Los calendarios Tzolkin, ‘Calendario Circular’ y el de ‘Cuenta Larga’ no son calendarios solares. Compararemos el calendario gregoriano moderno con el Haab y veremos cuán preciso fue.
No ha existido un calendario solar que haya podido deshacerse de alguna forma de los días bisiestos, por estas simples razones:
  1. No tiene un número entero de días en un año (365,2524 días por año).
  2. No tiene un número entero de ciclos lunares en un año (12,3683 ciclos lunares por año).
  3. No tiene un número entero de días en un ciclo lunar (29,53059 días por ciclo lunar).
Sería bueno que las cosas fueran diferentes, y que hubiese un número par de días por fase lunar, y un número par de fases lunares por año, pero simplemente no es así.
Ningún año astronómico tiene un número entero de días o meses lunares, por lo que cualquier calendario que siga un año astronómico debe tener un sistema de intercalado de días tal como el de años bisiestos.
y
El número medio de días solares en el equinoccio vernal oscila entre 365,2424 y 365,2423 durante varios milenios y probablemente permanecerá cercano a 365,2424 por algunos más.
Este último número es la razón por la cual los calendarios solares no pueden prescindir de los días bisiestos, a menos que el calendario ignore las estaciones. 
Entonces, dado que nuestro año es alrededor (pero no menos) de ¼ de día más extenso que 365, el calendario gregoriano tiene un año bisiesto, un año con un día adicional, cada cuatro años (las reglas completas son un poco más complejas que esto).
 Debido a otras influencias, puedes escuchar de vez en cuando que un ‘segundo bisiesto’ está siendo añadido o sustraído a los relojes atómicos. 
Este constante jugueteo con el calendario es necesario para conservar la exactitud y no indica que es impreciso.
Además, como ya expusimos, el calendario civil maya (el Haab), usó un mes intercalado llamado uyaeb: los “días sin nombres”. 
¿Qué? ¿Qué fue eso? ¿Un mes intercalado? 
También hay evidencia de que los mayas sabían que el Haab no estaba ‘sincronizado’ con el año solar, pero no hay evidencia de que hicieran algo al respecto.
Por lo tanto, podemos decir que el calendario solar maya fue menos preciso que el calendario gregoriano moderno, para cualquier definición razonable de ‘preciso’. Y fue también menos preciso que el calendario juliano romano.
Ciclos dentro de ciclos
¿Cómo solucionaron los mayas este desfase entre el Haab o ‘calendario civil’ y el año solar?
 Al parecer, era el deber de los sacerdotes jaguar decirle a los mayas cuando cultivar.
Hay pruebas de que los mayas sabían que el Haab no encajaba perfectamente con el año solar, pero no hicieron algo para ajustarlo. 
Algunos autores sostienen que los mayas estimaron que un año de 365 días experimentaba la precesión en todas las estaciones dos veces en 7.13.0.0.0 o 1.101.600 días.
 Sin embargo, lo que los mayas sabían o calcularon se basa con frecuencia en especulaciones y datos incompletos.
Parece probable que no se preocuparon demasiado por esto, incluso aunque ello significara que el Haab se distanciaba del año solar 1 día cada 4 años. 
¿Tal vez lo vieron simplemente como otro ciclo? 
Por tanto, parece que los mayas estaban conformes con un mes Haab que caía justo en la mitad del verano en un momento, pero que caía en mitad del invierno cientos de años después.
Conclusión
En conclusión; hemos demostrado que el calendario maya no fue tan preciso como el calendario gregoriano moderno, y que incluso no fue tan preciso como el antiguo calendario juliano. 
El hecho de que el calendario de Cuenta Larga alcanza un número redondo es una consecuencia inevitable del conteo de días desde un punto de partida dado.

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