Dicen que Duendes y Ángeles suelen tener hábitat similares ...
Los Ángeles eligen espacios etéreos como el aire, las nubes, el humo,
o espacios blancos como la leche ,
la crema de dientes , la harina, el azúcar o la espuma de afeitar.
Los Duendes tienen espacios inverosímiles como el teclado de un piano
(propio de los Duendes traviesos) o las hojas de los árboles
(Duendes de cola verde)
o los tomates (Duendes naranjas) o los chocolates (Duendes de placer).
Todos conocemos a los Duendes y a los Ángeles, todos podemos distinguirlos pero no todos podemos verlos,
porque para verlos hay que tener el alma limpia ,
el corazón alegre y el espíritu irreverente.
Los Ángeles eligen espacios etéreos o blancos porque
en ellos se esconden teniendo
en cuenta que son seres de luz que desparraman chispas de colores
como cuidado
de sus protegidos.
De los Duendes traviesos ya hemos escrito y sabemos
que son buenos pero gozan
de hacer travesuras, como mover el teclado de un piano,
cerrar puertas, hervir la leche
o despertarnos a la noche por puro placer.
Los Duendes de cola verde , se mueven en grupos y son más peligrosos porque elucubran planes para hacer líos y generar problemas y discusiones, esas que no se saben como empiezan pero si como terminan!!!, cuando llueve se meten debajo de las camas porque no les gustan las tormentas , golpéan las colas fuertemente y se confunden con los truenos, pero lo peor es cuando para la lluvia, porque entonces salen y ponen en práctica todo lo que pensaron.
Los peores son los Duendes naranjas, los que viven en los tomates ,
pueden ser perita
o redondos , ellos son pelirrojos con los pelos verdes, si los tomates
se cortan en forma regular ellos se mudan de casa y no pasa nada pero
si se cortan al revés o se trituran entonces se arman unos líos terribles ,
es que no soportan que les toquen la cabeza, el que come tomates en esas condiciones podrá tener trastornos intestinales impensados
o perder cosas estúpidamente, o no poder salir de un problema que
parecía una simple situación, el primer síntoma es el mal humor.
Hoy quiero contarles la historia de un Duende naranja y un Duende
de placer,
que es el que se esconde en el chocolate
y a veces en otras golosinas.
Había una vez uno de estos Duendes naranjas que había vivido durante siglos saltando de tomate en tomate, era el más antiguo de todos
los duendes en la tierra, había visto enfurecer a muchos de sus compañeros pero el había pasado por muchas experiencias sin que ni una sola vez
le hubieran tocado la cabeza, por lo tanto cada vez era más sabio en trucos, más fuerte y más peligroso.
Cuando a uno de estos Duendes se les toca la cabeza de la maneras que
ya contamos se enfurecen tanto y hacen tantos líos que hasta que encuentran otra casa pierden mucha fuerza en cambio, si el tomate
es cortado correctamente, se muda tranquilo y vive aprendiendo trucos para hacer cosas a las personas.
Cerca de mi tierra, que es cerca del cielo , donde las nubes y la tierra
se tocan con las manos, vivía un cocinero que tenía más de alquimista
que de cheff. Le encantaba preparar mezclas originales y exóticas.
Una vez teniendo un banquete quiso agasajar a sus invitados
con un exquisito menú.
Pidió los ingredientes a los lugares de su confianza, limpió la cocina
y se dispuso preparar el menú para 30 personas.
Tomó del cajón de las verduras los tomates más redondos , colorados
y brillantes, los lavó con esmero, ralló chocolate también preparó
con parte de él una salsa de cobertura.
Dispuso todo en la mesada y continuo con el segundo plato que consistía en pechuguitas de pollo acompañadas de papitas en almíbar con jengibres
y un postre de cerezas envueltas en pasta de banana y sumergidas
en zumo de naranja.
Cuando los invitados estaban llegando, tomó los 30 tomates y uno por uno los descabezó cuidadosamente, hincó el cuchillo en el corazón,
retiró la pulpa y los rellenó con pedacitos de chocolate, luego los sumergió en la salsa caliente del mismo chocolate y sobre plato blanco rodeado
de almendras los fue presentando en la mesa.
Solo uno de los tomates parecía resistirse a la preparación pero
como el cocinero tenia destreza, logró integrarlo a los otros y cubrirlo
con la salsa (siempre hay un tomate rebelde).
La gente se mostraba elegante, amena y distendida. Cuando todos los comensales fueron servidos el dueño de casa tomó los cubiertos la señal
fue copiada por el resto de los invitados para comenzar la cena.
Bueno, no fue tardó mucho tiempo para hacer sentir los primeros efectos, tomate y chocolate, la combinación más explosiva que existe en Duendes, es combinar el placer con la discordia, la locura con la paz, la dulzura con
la ira.
Los primeros síntomas son retorcijones de estomago, lo que hacía que cada cinco minutos alguien se levantara al baño, distorsión de la voz, la gente eleva involuntariamente el tono, irritabilidad y mal humor.
Fue imposible llegar al plato principal porque todos discutían sin saber porque. Otros se levantaban y caminaban alrededor de la mesa
con intranquilidad y cuando la calma parecía restablecerse
otra vez algo ocurría.
Como el cocinero no sabía que hacer ni conocía la causa de tal desastre decidió que era mejor no insistir con la comida porque a esta altura ya empezaban a irse algunos invitados, ofendidos por los más atacados
o atacados por los más violentos.
Dentro de la preparación de la recepción , estaba previsto la entrega de
un ramito de violetas a cada uno de los invitados, así fue que el cocinero decidió repartirlos tanto como para atenuar los ánimos.
Entonces sucedió...... ante su sorpresa cada uno de los que recibía
las violeta parecía tranquilizarse y dominarse volviendo a la normalidad.
Fue así como involuntariamente se descubrió el antídoto para esta combinación de Duendes de locura y de placer.....
Datos para tener en cuenta: Si decides preparar tomates rellenos,
tener en cuenta partirlo por mitades y nunca descabezarlos para su relleno jamás hacerlo con chocolate por más que la receta resulte exquisita si algún tomate se resiste apartarlo de la preparación, no insistir ,
bajo ningún concepto ...
Y por último tener en casa siempre un ramito de violetas porque en ellos habitan los Duendes de la armonía...
nos encontramos en otro instante de …
Tomates y Chocolates.
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