Me gusta cuando dices tonterìas,
cuando metes la pata, cuando te quedas en silencio.
Me gustas más cuando es tu cumpleaños
y esperas mi saludo
o cuando eres feliz y se te nota,
o cuando eres genial con una frase
que lo resume todo, o cuando ríes.
Pero aún me gustas más, tanto que casi
no puedo resistir lo que me gustas,
cuando, llena de vida, te despiertas
y lo primero que haces es decirme:
"Tengo un hambre feroz esta mañana.
Voy a empezar contigo el desayuno".
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