Hacer memoria es como hacer café.
Amargo si no lo endulzas.
O dulce, si no lo amargas...
Por eso, cuando por la mañana hago café,
de paso, me pongo a hacer memoria.¡
Me cuesta...!¡ Pero qué le vamos a hacer!
¡Prefiero hacer memoria que quedarme sin café...!
Que ya lo decía un señor con gafas:
si no bebes, no conduzcas.
Y cuánta razón tenía...
Sin mi taza de café por las mañanas soy el terror de La Laguna.
Por la tarde sólo soy el peligro...
Pero bueno... por la noche ...¡soy lo peor!
Y menos mal que ahora tengo café ... ¡que si no...!

No hay comentarios:
Publicar un comentario