El giro de la tierra en torno a su eje
arrastra en su mecánico periplo
a todas las criaturas y artefactos
–aviones aves hadas dirigibles
arcángeles vampiros mariposas-
que osando desafiar la gravedad.
Se elevan en el aire
no obstante en las alturas
concurren perspectivas que permiten
soñar con la existencia de resquicios
abiertos más allá de las estrellas
por los que vislumbrar otro universo
Imposible para ellas
–las atenaza el vértigo-
alzándose insurrectas urdir una utopía
hostil a los dictados de la inercia
viajar contracorriente
hasta su final caída.