Según la versión oficial
la fractura de fémur
se debe a mi heróica intervención
para salvar a un gatito asustado
de las despiadadas ruedas
de un camión descontrolado.
Eso, para los demás.
Entre nosotros,
es que tropecé
con ese te quiero accidental
que se te cayó la otra noche.
Y acabo inventando excusas
porque sinceramente,
he perdido la cuenta
de las veces que van ya
buscando la misma piedra.