Hay veces que si miras a los ojos de otra persona y hay una carga emocional entre los dos, hasta la mirada más firme parece quebrarse en temblores
y latidos, como si innumerables minúsculas líneas de fuerza se dispersasen
en todas direcciones a partir del haz del foco.
Nos miramos el uno al otro de esa manera
y nos quedamos esperando sin tiempo alguno…