¿Quién puede rescatar la mutación,
aquella que tradujo la avidez
cuando ordenó las góndolas y se olvidó del agua?
¿Quién, sobre qué razones, nombrará
la secreta agonía de la escarcha
como la gravedad de todo lo imborrable?
Quién no guarda en sus manos un instante
húmedo de silencio, por si acaso supiera.