El mínimo solar es a veces ignorado ya que se cree que no existe riesgo por parte del Sol, hay que recordar que la meteorología espacial esta presente
a lo largo del ciclo solar de 11 años y que, incluso durante el mínimo solar puede haber efectos graves en los sistemas tecnológicos.
Mientras que en el máximo solar se caracteriza por un aumento en el número de manchas solares y se asocia con las características tales como un aumento
en la frecuencia de las erupciones solares, en el mínimo solar y en la fase descendente del ciclo solar se observa un aumento
en la intensidad de rayos cósmicos.
La gran mayoría de estos rayos cósmicos son procedentes de fuentes externas
a nuestro sistema solar (explosiones de supernovas, agujeros negros, quasars, etc…) Estas partículas viajan a grandes distancias a la velocidad de la luz, incluso podemos percibir partículas procedentes de otras galaxias lejanas a nosotros.

Los rayos cósmicos que alcanzan la atmósfera en su capa superior
son principalmente (98%) protones y partículas alfa de alta energía.
Tales partículas cargadas interaccionan con la atmósfera y el campo magnético terrestre, se convierten en partículas secundarias (son producto de la interacción de las partículas primarias con la atmósfera) y se distribuyen de tal modo que, debido al campo magnético, la mayor intensidad de las partículas que alcanzan
el suelo ocurre en los polos.
Por suerte gran parte de las partículas son filtradas gracias a la Heliosfera (gigantesca magnetosfera solar, creada por el campo magnético del Sol),
la Magnetosfera (campo geomagnético terrestre) y la magnetosfera terrestre.
Si la actividad solar fuese constante, el flujo de partículas
sobre la Tierra sería constante.
Pero a causa de que la actividad del sol cambia con el ciclo solar
(Cada 11 años el campo magnético del Sol se invierte, significando
que el verdadero ciclo solar es de unos 22 años),
el flujo de los partículas varía de acuerdo con el ciclo solar.
Cuando el sol es activo el campo magnético es “más fuerte” y también lo es el escudo, y como resultado menos partículas llegan hasta la vecindad de la Tierra.

Cuando la actividad del Sol es baja, el escudo es más débil,
y llegan más rayos cósmicos procedentes externamente del sistema solar,
por lo cual los niveles de radiación aumentan ligeramente.