domingo, 4 de noviembre de 2012

Mis silencios...


Hay momentos donde las tormentas mas fuertes se desarrollan indómitamente en el interior de uno, implacables e irresolutas. 
Pero en esos momentos tormentosos, es también cuando uno se encuentra
 más silencioso.
 Es un silencio más poderoso que mil palabras, imposible de traducir
 en el lenguaje, que se transmite a través de una mirada 
tan profunda como perdida.
El mundo de los hombres es ruidoso y caótico, todo es distracción, y, 
cuando uno se aísla de los hombres y sus ruidos, se encuentra con su propia voz, sus miedos, deseos, alegrías y tristezas.
 Sólo en silencio se puede dialogar con esa voz, 
para bucear hacia las profundidades del propio ser.
Así que ante ese silencio me rindo, 
me abraza, me contiene y me lleva mas allá, lejos de todo y de todos, 
donde pueda encontrar mi camino, que a veces se borronea
 y pierde entre las brumas de la frágil y caótica existencia humana.