jueves, 6 de diciembre de 2012

Aquellas coordenas ... (23.325)


Terminé de susurrarte al oído las coordenadas y al igual que todo 
lo que allí había, nos desvanecimos.
Desperté entonces con la alarma del celular pero me quedé un rato pensando 
en ese sueño recurrente que acababa de tener. 
Otra vez las coordenadas que retenía en mi mente y que señalizaban un tiempo y un espacio que no lograba descifrar.
Era todo tan real y me eras tan familiar que casi podía sentir tu presencia
en lo que transcurría el día.
 Y créeme que inicié una búsqueda en cada rostro que veía. 
A veces pensaba que estaba siendo afectado por una especie de locura. 
Pero no podía ser locura.
El día pasó con toda su rutina 
y esa noche me acosté pensando en soñarte nuevamente.
Y aunque como siempre ocurría, 
ahora tenías otro rostro pero yo tenía la certeza que eras tú.
Me alegré de verte y dejé que el sonido de las hojas del bosque
 en el que estábamos nos envolviera y nos transportara...
Entonces estaba nuevamente sentado en el suelo viendo como dormías.
 Sabía que irreversiblemente todo volvería a ocurrir pero este episodio
 se repetía porque algo había quedado inconcluso en el sueño anterior. 
No quise despertarte y me acerqué a tu oído para recordarte espacios de tiempo pasados que compartimos alguna vez. 
Otros rostros y otros nombres pero nosotros en fin de cuentas. 
Te dije que dentro de muy poco este sueño iba a terminar pero que antes
 que eso ocurriera era necesario que guardaras dentro de ti todos los detalles que te permitieran reconocerme en un espacio atestado de gente.
Te susurré las coordenadas y te dije además muchas cosas que no alcancé
 a decirte la vez anterior. 
Me quedé mirando lo bella que estabas y todo volvió a ocurrir...
Despertaste entonces con la alarma del celular pero decidiste quedarte 
un rato pensando en ese sueño recurrente que acababas de tener.