viernes, 14 de diciembre de 2012

Fueguitos (23.602)


Un hombre de la costa de Neguá, en la costa de Colombia,
 pudo subir al alto cielo. 
A la vuelta, contó. 
Dijo que había contemplado, desde allá arriba, 
la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
-El mundo es eso-reveló-.
 Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
 No hay dos fueguitos iguales. 
Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores.
 Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, 
gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. 
Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman;
 pero otros arden la vida con tantas ganas que no se 
puede mirarlos sin parpadear, 
y quien se acerca, se enciende.

Fragmento: El libro de los abrazos