Observas a tu alrededor, observas a quien te habla,
a quien te observa a su vez, observas lo cotidiano, lo habitual,
esas pequeñas cositas....
Nos pasamos la vida jugando, cada uno juega a su juego.
Cada cual tenemos uno, es difícil a veces poder ver el juego del contrario...
para poder jugar simultaneamente.
para poder jugar simultaneamente.
Incluso a veces podemos jugar a más de un juego a la vez,
pero ahí nuestra atención está dividida
y las probabilidades de fallar son mayores...
y las probabilidades de fallar son mayores...
Hay personas qué te dicen claramente las reglas de su juego,
y te enseñan, si no sabes y quieres, a jugar; pero hay otras....
qué esconden las reglas del juego y no quieren qué las averigües,
pretenden jugar contigo pero sin explicarte en qué consiste.
En realidad quieren jugar solos... pero necesitan contrincantes.
La vida es un juego, y todos jugamos en ella, unos más activamente
y otros de forma pasiva, pero todos estamos en el tablero
y todos podemos mover ficha cuando llega nuestro turno.
También se puede pasar y ceder el turno a otro,
pero claro, eso depende de lo qué queramos implicarnos.
Pero una cosa está clara, no hay ganadores, ni perdedores,
sólo buenos o malos jugadores.
Cuál seré yo...
