jueves, 31 de enero de 2013

ASTRONOMÍA EN RAYOS GAMMA

Los rayos gamma son las ondas electromagnéticas más energéticas de todas.
 En el universo hay muchas fuentes de ellas, y muy divertidas fuentes. 
Los rayos gamma comprenden las longitudes de onda debajo de 0.01 nanómetros, es decir, son sumamente chiquitas y con una frecuencia muy alta. Son muy energéticas y peligrosas para los seres vivos, aunque no se deben preocupar, la atmósfera nos protege. Esto, sin embargo, es un problema para la astronomía en rayos gamma, pues casi no hay rayos gamma en la Tierra.
 Es por eso que muchos telescopios en rayos gamma son espaciales, como el Fermi Gamma-ray Space Telescope (enviado por la NASA).
Los rayos gamma suceden en procesos como la aniquilación entre electrones y positrones, 
o elementos radiactivos. Precisamente eso aprovecha el telescopio del Fermi, que tiene láminas de metal que al contacto con los rayos gamma sueltan un electrón y un positrón que son detectados.
También los rayos gamma se crean en fenómenos astronómicos muy violentos, como los GRB (Gamma Ray Burst). Estos suceden cuando una estrella muy masiva explota (supernovas), y se crean jets de muy alta energía con rayos gamma. Son los procesos más brillantes que se conocen. Estas explosiones duran del orden de milisegundos, y ya las más impresionantes los grandes GRB duran minutos. Otra manera de crearlos es con interacciones de los rayos cósmicos con el gas interestelar o electrones de mucha energía interaccionando con campos magnéticos.
Y eso es lo que estudia la astronomía en rayos gamma, los eventos más violentos del universo.