martes, 12 de febrero de 2013

17:20hs... 39°C /st. 45°C.- Se me ocurrió una idea...

Algo se me ocurrió para una tarde de tanto CALOR...

¿Qué pasaría si arrojásemos continuamente agua al Sol con una manguera enorme? 


Veamos, el agua está compuesta por moléculas constituidas por dos átomos de hidrógeno
 y uno de oxígeno. 
Como todos sabemos, nuestra estrella nos da luz y calor gracias al proceso de fusión nuclear del hidrógeno que se encuentra en su interior. 
Debido a las enormes temperaturas que allí se pueden encontrar, las moléculas de agua se descompondrán en núcleos atómicos de hidrógeno y oxígeno, por un lado y electrones, por otro, con lo que pasarán a formar parte del plasma solar.
 De esta manera, el hidrógeno pasará a engrosar
 la cantidad de combustible disponible del que se alimentará el Sol y, en consecuencia, también aumentará su masa. 
El proceso continuará mientras sigamos añadiendo agua con la manguera. 
Así, se generará un colapso gravitacional cuyo resultado será un aumento espectacular de la temperatura.
 La estrella consumirá el hidrógeno mucho más rápidamente e incrementará su brillo.
Pero no termina ahí la cosa.
 En efecto, si seguimos añadiendo más y más cantidad de agua, el Sol irá atravesando todas las fases
 de la evolución estelar.
 Como seguramente habremos sobrepasado el límite de masa para el cual una estrella termina su vida en forma de agujero negro, éste será el destino final que le espera a nuestra estrella favorita. 
A partir de este momento, si es que la Tierra aún sobrevive, cosa lógica por otra parte, porque si no a ver quién
 es el listo que está con la manguera regando, el Sol nos enviará una buena ración de partículas altamente energéticas, así como radiaciones ionizantes de todos los pelajes.
Finalmente, la empresa de aguas, al enterarse de nuestro gasto y, viendo que no podemos 
hacer frente al pago de la deuda, procederá a cortarnos el suministro...