¿ LLEGA EL PESO FEDERAL ?

Suponiendo que el nuevo Peso Federal perdiese un cero con respecto al actual Peso, el tipo de cambio se ubicara en torno a 0,80 P$F/U$S. Notable coincidencia con el tipo de cambio inicial del Plan Austral.
Según los últimos datos oficiales, las reservas del Banco Central son de U$S 42.830 millones.
Según los últimos datos oficiales, las reservas del Banco Central son de U$S 42.830 millones.
Con el tipo de cambio mencionado, tendríamos que un circulante de billetes y monedas de alrededor de P$F 53.500 millones, quedaría inicialmente respaldado por reservas.
Si se sostuviera ese respaldo con reservas en el tiempo, la demanda de dólar como reserva de valor podría deprimirse sustancialmente.
Pero para que esta medida tenga éxito, existen dos factores que deberían estar presentes:
Pero para que esta medida tenga éxito, existen dos factores que deberían estar presentes:
la apertura del cepo cambiario (no puede haber confianza en la nueva moneda si continúan las restricciones)
y el acompañamiento de una batería de medidas anti-inflacionarias concretas.
El cambio de moneda sería un plan de shock antiinflacionario, que podría servir para modificar las expectativas, actualmente negativas, del peso.
Sin embargo, es importante destacar que se trataría de un "un cambio artificial" que tiene
El cambio de moneda sería un plan de shock antiinflacionario, que podría servir para modificar las expectativas, actualmente negativas, del peso.
Sin embargo, es importante destacar que se trataría de un "un cambio artificial" que tiene
un efecto más psicológico que económico.
Ese efecto de corto plazo debería aprovecharse para implementar políticas de largo plazo
Ese efecto de corto plazo debería aprovecharse para implementar políticas de largo plazo
para tener alguna chance de éxito y no caer en viejos errores del pasado reciente.
La historia de las monedas argentinas
Estados Unidos adoptó el dólar como moneda oficial en 1792 (hace 221 años).
Los más jóvenes podrían pensar que en la Argentina sucedió algo similar con el Peso.
Pero, quienes ya tienen unos cuantos años, saben que el país ha cambiado de moneda en varias oportunidades, dejando cantidades significativas de ceros en el camino: un total de 13.
A continuación, la lista de las distintas monedas que se fueron sucediendo en nuestro país:

El país ha cambiado de moneda en varias oportunidades, dejando cantidades significativas de ceros en el camino: un total de 13
La sensación de que los pesos se derriten en la mano del que los cobra es producto del aumento de precios en el orden del 25% anual que venimos soportando los argentinos desde hace ya varios años
¿Cuáles son las ventajas que el Gobierno podría llegar a atribuir al nacimiento de la nueva moneda? Arriesgando un poco, podríamos plantear las siguientes cinco:
1) Significaría un reconocimiento implícito por parte del Gobierno de que la inflación es un problema real y que se buscará combatirla. Esta medida podría venir acompañada de un control de precios más fuerte basado en los valores que surjan a partir del canje de Pesos Convertibles por Pesos Federales (1 a 10 sería quizá una buena medida, con lo cual 100 Pesos "de ahora" pasarían a ser 10 Pesos "nuevos").
2) Podría solucionar el problema del traslado del físico. Actualmente, para aquel que prefiere pagar en efectivo en vez de con tarjeta, el dinero que tiene que llevar encima para hacer la compra mensual en el supermercado ya es molesto... ni hablar cuando se es comprador de un automóvil o de un inmueble (directamente hay que ir con un camión transportador de caudales).
3) Podría solucionar el tema del deterioro y la suciedad de los billetes actuales de 2, 5, 10 y sobre todo 50 pesos, que de tanto cambiar de manos se encuentran sumamente deteriorados.
4) Permitiría dejar atrás de una vez por todas la convertibilidad y haría que la devaluación de mercado que se está llevando a cabo no parezca tan "sangrienta", ya que el dólar oficial pasaría a valer (siguiendo el supuesto del punto 1) 50 centavos de Peso Federal; mientras que el blue valdría 80 centavos. De esta manera, el objetivo del paralelo podría ser llegar a 1 Peso Federal (10 pesos actuales) en algún momento posterior al cambio de moneda.
5) Podría restaurar la confianza en la moneda local, tan vapuleada luego de años soportando inflación de dos dígitos, aunque sea de manera momentánea.
CONCLUSIÓN
Suponiendo que el nuevo Peso Federal perdiese un cero con respecto al actual Peso, el tipo de cambio se ubicara en torno a 0,80 P$F/U$S.
Notable coincidencia con el tipo de cambio inicial del Plan Austral.
Según los últimos datos oficiales, las reservas del Banco Central son de U$S 42.830 millones. Con el tipo de cambio mencionado, tendríamos que un circulante de billetes y monedas de alrededor de P$F 53.500 millones, quedaría inicialmente respaldado por reservas. Si se sostuviera ese respaldo con reservas en el tiempo, la demanda de dólar como reserva de valor podría deprimirse sustancialmente.
Pero para que esta medida tenga éxito, existen dos factores que deberían estar presentes: la apertura del cepo cambiario (no puede haber confianza en la nueva moneda si continúan las restricciones) y el acompañamiento de una batería de medidas anti-inflacionarias concretas.
El cambio de moneda sería un plan de shock antiinflacionario, que podría servir para modificar las expectativas, actualmente negativas, del peso.
Sin embargo, es importante destacar que se trataría de un "un cambio artificial" que tiene un efecto más psicológico que económico.
Ese efecto de corto plazo debería aprovecharse para implementar políticas de largo plazo para tener alguna chance de éxito y no caer en viejos errores del pasado reciente.
¿ TENDRÁ LA CARA DE NÉSTOR ?
