viernes, 8 de febrero de 2013

MienTRAS desaYUNO...

¿ LLEGA EL PESO FEDERAL ?


Suponiendo que el nuevo Peso Federal perdiese un cero con respecto al actual Peso, el tipo de cambio se ubicara en torno a 0,80 P$F/U$S. Notable coincidencia con el tipo de cambio inicial del Plan Austral.
Según los últimos datos oficiales, las reservas del Banco Central son de U$S 42.830 millones.
 Con el tipo de cambio mencionado, tendríamos que un circulante de billetes y monedas de alrededor de P$F 53.500 millones, quedaría inicialmente respaldado por reservas.
Si se sostuviera ese respaldo con reservas en el tiempo, la demanda de dólar como reserva de valor podría deprimirse sustancialmente.
Pero para que esta medida tenga éxito, existen dos factores que deberían estar presentes:
 la apertura del cepo cambiario (no puede haber confianza en la nueva moneda si continúan las restricciones)
 y el acompañamiento de una batería de medidas anti-inflacionarias concretas.
El cambio de moneda sería un plan de shock antiinflacionario, que podría servir para modificar las expectativas, actualmente negativas, del peso.
Sin embargo, es importante destacar que se trataría de un "un cambio artificial" que tiene 
un efecto más psicológico que económico.
Ese efecto de corto plazo debería aprovecharse para implementar políticas de largo plazo 
para tener alguna chance de éxito y no caer en viejos errores del pasado reciente.

La historia de las monedas argentinas
Estados Unidos adoptó el dólar como moneda oficial en 1792 (hace 221 años).
Los más jóvenes podrían pensar que en la Argentina sucedió algo similar con el Peso.
 Pero, quienes ya tienen unos cuantos años, saben que el país ha cambiado de moneda en varias oportunidades, dejando cantidades significativas de ceros en el camino: un total de 13.
A continuación, la lista de las distintas monedas que se fueron sucediendo en nuestro país:
El país ha cambiado de moneda en varias oportunidades, dejando cantidades significativas de ceros en el camino: un total de 13
La sensación de que los pesos se derriten en la mano del que los cobra es producto del aumento de precios en el orden del 25% anual que venimos soportando los argentinos desde hace ya varios años
¿Cuáles son las ventajas que el Gobierno podría llegar a atribuir al nacimiento de la nueva moneda? Arriesgando un poco, podríamos plantear las siguientes cinco:
1) Significaría un reconocimiento implícito por parte del Gobierno de que la inflación es un problema real y que se buscará combatirla. Esta medida podría venir acompañada de un control de precios más fuerte basado en los valores que surjan a partir del canje de Pesos Convertibles por Pesos Federales (1 a 10 sería quizá una buena medida, con lo cual 100 Pesos "de ahora" pasarían a ser 10 Pesos "nuevos").
2) Podría solucionar el problema del traslado del físico. Actualmente, para aquel que prefiere pagar en efectivo en vez de con tarjeta, el dinero que tiene que llevar encima para hacer la compra mensual en el supermercado ya es molesto... ni hablar cuando se es comprador de un automóvil o de un inmueble (directamente hay que ir con un camión transportador de caudales).
3) Podría solucionar el tema del deterioro y la suciedad de los billetes actuales de 2, 5, 10 y sobre todo 50 pesos, que de tanto cambiar de manos se encuentran sumamente deteriorados.
4) Permitiría dejar atrás de una vez por todas la convertibilidad y haría que la devaluación de mercado que se está llevando a cabo no parezca tan "sangrienta", ya que el dólar oficial pasaría a valer (siguiendo el supuesto del punto 1) 50 centavos de Peso Federal; mientras que el blue valdría 80 centavos. De esta manera, el objetivo del paralelo podría ser llegar a 1 Peso Federal (10 pesos actuales) en algún momento posterior al cambio de moneda.
5) Podría restaurar la confianza en la moneda local, tan vapuleada luego de años soportando inflación de dos dígitos, aunque sea de manera momentánea.

CONCLUSIÓN

Suponiendo que el nuevo Peso Federal perdiese un cero con respecto al actual Peso, el tipo de cambio se ubicara en torno a 0,80 P$F/U$S.
 Notable coincidencia con el tipo de cambio inicial del Plan Austral.
Según los últimos datos oficiales, las reservas del Banco Central son de U$S 42.830 millones. Con el tipo de cambio mencionado, tendríamos que un circulante de billetes y monedas de alrededor de P$F 53.500 millones, quedaría inicialmente respaldado por reservas. Si se sostuviera ese respaldo con reservas en el tiempo, la demanda de dólar como reserva de valor podría deprimirse sustancialmente.
Pero para que esta medida tenga éxito, existen dos factores que deberían estar presentes: la apertura del cepo cambiario (no puede haber confianza en la nueva moneda si continúan las restricciones) y el acompañamiento de una batería de medidas anti-inflacionarias concretas.
El cambio de moneda sería un plan de shock antiinflacionario, que podría servir para modificar las expectativas, actualmente negativas, del peso.
Sin embargo, es importante destacar que se trataría de un "un cambio artificial" que tiene un efecto más psicológico que económico.
Ese efecto de corto plazo debería aprovecharse para implementar políticas de largo plazo para tener alguna chance de éxito y no caer en viejos errores del pasado reciente.
¿ TENDRÁ LA CARA DE NÉSTOR ?

Boudou justificó el fuerte aumento a los legisladores

Atribuyó a una “operación” que la prensa informara la suba del 21,88% en enero.
 Con el arrastre del 100% que fijó a comienzo del 2012 junto al titular de Diputados, 
el haber es de $ 48.597 más extras.
El vicepresidente Amado Boudou, titular del Senado, justificó ayer el aumento de los sueldos de los legisladores nacionales. Con el incremento del 21,88% que percibieron por sus ingresos de enero, producto del acuerdo que cerraron los empleados legislativos en marzo pasado, los diputados y senadores acumularon una suba del 143,6% en un año. Es por el arrastre de la mejora del cien por ciento que se concedieron en enero de 2012.
“El aumento fue el mismo del Gobierno nacional, se dio en junio y todos los bloques acordamos diferirlo a partir de enero”, intentó justificar Boudou en radio Continental. Desde que preside el Senado, esa cámara fue la que más aumentó su presupuesto y plantilla de empleados ( ver pág.11), al tiempo que el vicepresidente comenzó a recibir fuertes cuestionamientos al quedar involucrado en el caso de la ex Ciccone. Desde el propio Senado lanzó el ataque que provocó el desplazamiento del ex Procurador General de la Nación, Esteban Righi, y durante algunas sesiones fue criticado cara a cara por los legisladores opositores, en especial en la que el oficialismo convirtió en ley la expropiación de la compañía que imprime billetes. En los últimos días, Boudou fue motivo de controversias por el abucheo que le dedicaron asistentes al acto por el bicentenario de la Batalla de San Lorenzo, en Santa Fe.
Como en otros casos, para defenderse Boudou arremetió contra la prensa, acusándola de montar una “campaña de desprestigio”. Y dijo que “no debemos hablar sólo del aumento, sino del rol de estos medios en contra de la política”, aseguró luego de acusar al diario La Nación, que ayer informó sobre el último aumento de las dietas, de llevar adelante una “operación”. También Julián Domínguez, titular de Diputados, defendió el incremento. “Este es un tema que se resolvió el año pasado, que fue público y que nos encargamos de notificar”, dijo a radio Del Plata. Apenas asumieron, Boudou y Domínguez firmaron el aumento del 100%. Y establecieron una cláusula para que los sueldos de los legisladores se actualizaran automáticamente en base a las paritarias de los trabajadores del Congreso, con remuneraciones para los diputados y senadores de un 20% más que la máxima categoríaentre los empleados. Este nuevo aumento correspondía al año pasado, pero por las controversias que había provocado aquel 100% decidieron dejarlo para enero, según se encargo de remarcar Domínguez, con elconsentimiento de todos los bloques políticos. De ese modo también lo desligaron a las negociaciones paritarias de 2013, en las que el Gobierno presiona para bajar los porcentajes y así intentar contener la inflación. Salvo contadas excepciones, esta vez no se escucharon voces de legisladores opositores en contra del aumento.
Desde enero el sueldo bruto de los senadores y diputados llegó a $ 48.597,83 (incluidos $10.000 por gastos de representación), más el plus por desarraigo ( hasta $ 5.560) para los del interior y 40 tramos aéreos y terrestres por mes, con la posibilidad de ser canjeados por efectivo si no se usan y así sumar otros $ 15.000. De ese modo, la remuneración de un legislador que no viva en la zona metropolitana puede alcanzar $ 69.157.
A su vez, el próximo aumento para los diputados y senadores que surgirá de las paritarias de los empleados de este año volvería a quedar para enero de 2014, según confirmaron desde el oficialismo, y estimaron que se cerrará un acuerdo similar al de 2013. Como en este caso, el porcentaje de los legisladores quedará por debajo de los trabajadores para mantener el 20% por encima de la categoría más alta.
Así, al fijar la suba las autoridades de las cámaras definen también sus propios sueldos, aunque estarán limitados por la presión del Gobierno para intentar contener la inflación.