Vivimos en un país, a caballo entre el Cambalache de Discepolo
y el Luces de Bohemia de Inclán.
Somos como un bazar, más chino que persa.
Nada de alfombras maravillosas, todo plástico y menaje.
Al contrario que Max estrella ( el protagonista de Luces de Bohemia)
aún sin ser ciegos, cada día vemos menos y estamos menos lúcidos.
Rayamos el puro esperpento social.
Lo alucinante de este país, es que en lugar de arremeter contra el subnormal del párroco, como depositario responsable de la obra de arte, cargamos contra esa pobre infeliz, que suponía hacer su buena obra del mes.(metáfora)
De la política y economía de este país...
¡¡Qué decirles que no sepan!!
Como diría mi adorado Obelix:
¡¡Están locos estos romanos!!
¡¡Lástima de menhir para ampalarlos
a todos y que nos dejen vivir en paz de una vez!!
