
Un método muy utilizado para fabricar grafeno a gran escala es la reducción química del óxido de grafeno obtenido a partir de polvo de grafito. En el año 2011 se propuso el uso de bacterias Shewanella [1], en cuya respiración se transfieren electrones desde el interior de la célula hasta aceptores externos; en este proceso se utilizan las proteínas de membrana Mtr y Omc (en concreto, MtrA, MtrB, MtrC, MtrD, MtrE, MtrF, y OmcA). También se ha propuesto el uso de las bacterias Escherichia coli [2] y Pseudomonas aeruginosa [3], aunque no se conoce aún su mecanismo bioquímico responsable del proceso de reducción del óxido de grafeno en M-rGO (microbially reduced graphene oxide). Los autores de estos artículos consideran la gran ventaja de su propuesta en la “limpieza” medioambiental asociada al uso de bacterias en lugar de productos químicos “contaminantes” (obviamente, no sé si esta ventaja es suficiente para compensar todos los problemas asociados).

Referencias
[1] Gongming Wang et al., “Microbial Reduction of Graphene Oxide by Shewanella,” Nano Res. 4: 563–570, 2011 [copia pdf gratis].
[2] Sangiliyandi Gurunathan et al., “Microbial reduction of graphene oxide by Escherichia coli: A green chemistry approach,” Colloids and Surfaces B: Biointerfaces 102: 772–777, 1 Feb 2013.
[3] Sangiliyandi Gurunathan et al., “Biocompatibility of microbially reduced graphene oxide in primary mouse embryonic fibroblast cells,” Colloids and Surfaces B: Biointerfaces 105: 58–66, 1 May 2013.