El gallo tuerto-
anuncian que en el barrio se organiza
la procesión del muerto;
a cargo del velorio y el concierto
tocarán “los hampones de hacha y tiza”,
en un frasco de vidrio, la ceniza
quedará al descubierto.
El corso subirá por Triunvirato
y la viuda del ñato
evocará sus horas de casada,
lo llorará en silencio algún gomía
y después de ese día,
la vida seguirá como si nada.
Del libro De diluvios y andenes.