miércoles, 27 de marzo de 2013

¿Debería estudiar Física? Un consejo antes de la Elección...


Vamos a ver si puedo ayudarte en tu decisión. 
Por supuesto,  debes  tener  en  cuenta  que  lo que te diga son opiniones a título personal, pero por lo que te puedan servir, ahí van.
Lo  primero es el asunto de la dificultad. Física es una carrera difícil,  comencemos por eso. 
También lo son la medicina o el Derecho, y personalmente me resultaría más difícil aprenderme el funcionamiento del cuerpo humano completo o saber qué leyes se aplican en cada caso.
Yo  lo  veo más como una cuestión de vocación. Creo que carreras como  Derecho, aún cuando no te gusten, pueden aprobarse a base de echar codos  y estudiar como un burro. En Física, eso no funciona: o te gusta, o no. Si te gusta, te resultará más o menos difícil, pero tarde o temprano  lo  conseguirás;  pero  si  no  te  gusta, si no lo llevas por dentro, será muy difícil llegar a buen puerto, y caso de llegar hasta el final solamente tendrás un título que no te llena.
Cuando  fui  estudiante, los estudiantes que pensaban que era como  en Bachillerato pero algo más duro, los que creían que con codos y esfuerzo  se  podía  seguir  adelante, tiraban la toalla tras el primer curso.  Los  que  quedaban en segundo eran los que llevaban la Física en las  venas (qué  poético me estoy volviendo). Y creo que ese es el elemento fundamental en la decisión de hacer Física o no.
Es  importante  estudiar duro, claro, como en cualquier carrera, pero  no  creas  que  la  carrera  de Física es exclusiva de cerebritos. Genios   hay   muy   poquitos,  pero  la  mayoría  de  los  físicos  son sencillamente  gente  normal  a  la que le gusta esa rama de la Ciencia. Olvídate  de  lo  que  has  visto en el cine o la televisión. Yo conozco pocos   Sheldon   Coopers,  y  estoy  rodeado  de  gente  “normal”  que, sencillamente,  tiene  un  cerebro,  algo de mobiliario en el interior y muchas ganas de usarlo.
Si,  como  parece  ser  tu caso, es algo que te gusta la Física, coincido  con otros en eso de que merece la pena. Hacer ciencia es estar en  la  punta  de  la  lanza,  en  la  frontera de lo desconocido; se va haciendo camino al andar, como decía Machado. Y Física, ya ni te cuento.
Lo  de  que  te  da un punto de vista especial de la naturaleza, bueno,  en  cierto modo lo llevas ya dentro si te estás planteando hacer Física. En general, ser científico te da una bolsa de herramientas extra para  verlo  todo.  Aprendes a no creerte cualquier cosa que te digan, a cuestionarlo  todo, a ver la cara B de la vida. Es algo muy agradable, y no  es  como dicen algunos, que piensan que saber ciencia te fastidia la experiencia de las cosas. Al contrario, te da una segunda capa. Saber lo que  hay realmente detrás de una puesta de sol, de una exploración robot en Marte, o de un televisor de pantalla plana es un “extra bonus” que no todo el mundo puede disfrutar.
Llegamos   a  la  cuestión  espinosa  de  siempre:  las  salidas laborales. Física no es la típica carrera que te pueda servir para luego hacer  oposiciones  a  la  Policía  Local.  Es  algo muy especializado,   y   las   salidas   profesionales   son   en  principio restringidas:  Universidades,  centros  de investigación, alguna empresa privada.  Pero  no  dejes  que  eso  te  ciegue  a la hora de escoger la carrera. Te doy tres motivos.
El  primero  es:  si  tienes una vocación de físico, síguela
Yo siempre  he pensado que una de las mayores desgracias que le puede pasar a  una  persona es acabar haciendo un trabajo o carrera que no le gusta. No importa lo que ganes, acabas arrepintiéndote de ello. 
A mí me encantaba la Astronomía en particular (incluso ahora), y la  Ciencia  en  General. 
Ahora soy Físico Teórico, y aunque no soy astrónomo me gusta  tal  campo de investigación y lo disfruto. Más aún, nunca pensaba qué  salida profesional iba a tener.  Y lo mejor aún, puedes acabar trabajando en áreas de la Física que  ahora  ni  existen.  
A ver quién puede decir eso en empresariales o derecho.
Segundo   motivo:   la   versatilidad.  
Los  físicos  somos  muy versátiles,  como  una navaja suiza. Estoy convencido de que McGyver era físico  en  la  serie.  Un físico que no haga un trabajo de físico puede perfectamente  acabar  como  informático,  estadístico, ingeniero, quién sabe.   Será   la  mente  que  tenemos,  será  el  entrenamiento  en  la Universidad,  pero el caso es que valemos igual para un roto que para un descosido.  Yo  he  visto ofertas de trabajo para físicos en el CERN, la ESO y el cuerpo de bomberos. 
Tercer  motivo:  las  salidas  profesionales.
  Cuando  volví  de Alemania  (donde  hice mi doctorado en los  años  80)  me  sorprendió  cuantísimos  de  mis  amigos entraron en Derecho.   Era   la  carrera  de  moda,  la  que  tenía  muchas  salidas profesionales.  Diez  años  después,  montones  de  ellos malvivían como becarios en un bufete de abogados, y eso con suerte. No se dieron cuenta de  que  lo  que  cuenta  no son el números de plazas laborales, sino la relación entre estas y el número de solicitantes. Aquellas convocatorias de 200 plazas para, digamos, abogados del Estado no sirven de mucho para conseguir empleo si hay 1.000 solicitantes por plaza. En otras ocasiones hubo  otras  carreras que se pusieron de moda: hoy Empresariales, mañana Medicina,  luego  Derecho  de Nuevo. Siempre lo mismo: montones de gente sigue  la moda de “esto tiene salida,” hipotecan varios años de su vida, y luego a buscar un empleo.
Por  contra,  los  físicos  tenemos menos salidas profesionales, pero  somos muchos menos. 
La relación solicitantes:plaza es mucho mejor. En  mi  primer  puesto  de profesor, estábamos dos solicitantes para dos plazas.  No sé cómo nos lo hemos montado, pero el caso es que no conozco a  un solo compañero en paro, como tampoco he oído nunca a ningún físico decir  “¡ojalá hubiera hecho caso a mi padre y me hubiera metido a hacer la  carrera de X!” Incluso los que salen ahora, en una época de crisis e incertidumbre,  buscan becas, se mueve de aquí para allá y de algún modo van  aguantando  hasta  que vuelvan las vacas gordas. 
Esos van a pasarlo mal,  cierto,  pero  lo  tendrán  mucho peor los quinientos graduados en Administración  de  Empresas  que  tienen  que competir por una plaza en el Estado.
No  te voy a decir lo que tienes que hacer, por supuesto. Esa es tu  decisión,  y  será  una de las más importantes que harás en tu vida. Pero, a la vista de tus comentarios como  “Lo  que  me  gusta  de  la  física  es  a  lo que llega con sus aplicaciones:  el descubrimiento del funcionamiento de la naturaleza, el universo… En definitiva, entender donde vivimos“  creo  que  eres de los nuestros. ¿Que Física es difícil? Indudablemente. ¿Que te vas a subir por las paredes más de una vez y más de diez? Cuenta con  ello.  ¿Que  tendrás  crisis  de  identidad? Espera a que llegue el momento  en  que te pares en mitad de la calle y te grites mentalmente a mí  mismo  “¿pero  qué  cuernos  estoy haciendo yo en Física?” Eso no te lo quita nadie.
Pero  sarna  con  gusto no pica, y no debe darte miedo. Lo único importante en este momento de mi vida es preguntarte “¿de verdad me gusta esto  de  la  Física?” Si la respuesta es afirmativa, adentro de cabeza. Huye de la mediocridad de una carrera que no te gusta, de un título “con muchas  salidas.” Si por el contrario no lo tienes claro, mejor déjalo y dedícate a algo que te guste, o que tenga salidas.
Espero  haberte  sido  de  ayuda.  Ruego  porque todos, cuando les llegue el momento, sepan lo que desean a la hora de escoger. El resto, como decía el jefe de Peter Parker, es anecdótico.

Y por sobre todas las cosas... el ser Físico me permite soñar, crear, sentir, aceptar que simplemente debo encontrar aquello que ya está en la propia naturaleza, comprenderlo y experimentarlo, saber que no puedo modificar nada que no haya sido creado para ser modificado, creer en lo no observable,  en las Hadas en los Duendes, el las historias de mi mundo de Nunca Jamás,  reconocer que somos parte de un TODO, de una CAUSALIDAD y que nuestro camino hoy se extiende por 14.460 millones de años luz, por los cuales en distintos espacios-tiempos, capitalizaremos aquella conciencia y causalidad de la creación. 
Y como una vez me dijeron... ser un Alquimista con corazón de Artista.