miércoles, 20 de marzo de 2013

Fenómenos oceánicos que cambian el clima y que no conocías

Existen algunos fenómenos oscilatorios conocidos por la oceanografía y la climatología pero casi desconocidos para el público con excepción del fenómeno de El Niño/La Niña cuyas devastadoras consecuencias son evidentes cada ciertos años.


Si se le pregunta al público -extensamente bombardeado por el activismo y ciertos medios politizados- apenas se recordará variaciones climáticas importantes como las eras del hielo, popularizadas por películas y documentales, sin duda mencionará la teoría del Calentamiento Global y  señalará inocentemente que la culpa de ésta es exclusivamente humana.
Pero si investigamos más profúndamente en la ciencia climática hallaríamos toda suerte de interesantes hechos, fenómenos e infinidad de variables que alteran el clima en diversa escala de tiempo y magnitud. 
Hoy sólo nos referiremos brevemente a algunos de estos mecanismos: los fenómenos de oscilación climática que son principalmente oceánicos.

Oscilación climática o ciclo climático es una fluctuación cíclica dentro del clima regional o global, y es un tipo de patrón climático en el que a un estado del clima le sigue uno distinto para luego volver al estado anterior, puede ser un ciclo de frío-calor, alta-baja presión o humedad-sequedad. Estas fluctuaciones pueden ocurrir en escalas inter-anuales, multianuales, decadales, multidecádicas, centenarias, milenarias; pueden cubrir vastas regiones como océnos enteros o regiones más pequeñas.

Algunos ejemplos

 Fueron largos periodos de enfriamiento global que resultó en la expansión de las capas polares y glaciares de montaña, entre estas edades de hielo ocurrieron los periodos interglaciares, eras más cálidas incluso que el clima de la actualidad. Las causas de estas fluctuaciones en la temperatura no son bien entendidas, es muy probable estas sean una combinación de cambios en la órbita terrestres, variación en la radiación solar, cambios tectónicos que modificaron corrientes de vientos y marinas, etc.

 Conocido también como ENSO (El Niño/La Niña Southern Oscillation) es un fenómeno cuasi-periódico que aparece cada cierto tiempo con devastadoras consecuencias en ambos extremos de temperaturas, fuertes lluvias en temperaturas altas y sequías en las bajas. Ocurre principalmente a lo largo del ecuador al este del Océano Pacífico pero sus consecuencias suelen ser globales.

 Es una fluctuación en la temperatura de la superficie marina en el norte del Océano Atlántico. Descubierto en 1994 por Schlesinger y Ramankutty, se asocia con cambios menores en la circulación termohalina, su frecuencia se encuentra entre 10 y 20 años, y se espera que su mayor pico de temperatura ocurra en el 2020, se asocia con fuertes sequías cuando sus temperaturas son altas.

 Es una variabilidad climática que ocurre en el Pacífico al norte de la latitud 20º N. Ocurre cada 20 o 30 años y en su punto positivo (más caliente) enfría el Pacífico Occidental y calienta el Pacífico Oriental, y en su punto negativo ocurre lo contrario. Hallada por Steven R. Hare en 1997 mientras estudiaba el patrón de producción del salmón, esta oscilación fue reconstruida hasta 1661 mediante cronología de anillos de los árboles (dendrocronología).

Similar a la oscilación decadal en el mismo océano, esta fluctuación ocurre cada 15-30 años pero afecta tanto al norte como al sur del Océano Pacífico.

 No tiene una periodicidad particular y es una variación de la presión en la superficie marina no estacional.  Se caracteriza por anomalías en la presión de magnitudes positivas o negativas en el Ártico, y anomalías de magnitudes opuestas localizadas cerca de los 37-45º N.

 Son fluctuaciones en la diferencia de presión atmosférica entre la baja presión atmosférica islandesa y la alta presión de las Azores o anticiclón de las Azores. Se mueve de este a oeste, controlando la fuerza y dirección de los vientos del oeste y las formaciones tormentosas a través del Atlántico Norte. Tiene una alta correlación con la Oscilación Ártica.

 Descubierta por Walker y Bliss, esta fluctuación es una teleconexión que se caracteriza por un sube y baja de la presión al nivel del mar en el Pacífico Norte. En su fase positiva la presión al nivel del mar se ve reforzada sobre una gran región en el subtrópico, que se extiende hacia 40N º y se reduce en latitudes más altas. Los vientos del oeste se refuerzan en el Pacífico central y la temperatura inviernal se suaviza a lo largo de gran parte del oeste de la costa de América del Norte, pero es más fría en Siberia oriental y los Estados Unidos en el Sur-Oeste, las precipitaciones se hacen más altas que de costumbre en Alaska y las Grandes Llanuras.

En realidad es un ciclo del clima solar, no terrestre, pero sus  consecuencias modelan el clima de la Tierra de forma significativa. Es un ciclo de actividad magnética solar con periodos de 11 años, se distingue en la frecuencia y cantidad de manchas solares. Sus variaciones cambian el patrón de irradiación solar y crea fuertes llamaradas solares en su punto más alto (precisamente mientras se escribe este artículo). Estudios recientes sugieren que el ciclo solar causa cambios en el clima regional creando inviernos fríos en EEUU y el sur de Europa e inviernos cálidos en Canadá y el norte de Europa durante un mínimo solar.

Es un patrón de presión atmosférica caracterizado por alta presión en las regiones árticas de Norteamérica, y por baja presión en la región eurásica. Este patrón a veces sustituye a la oscilación ártica y a la oscilación del Atlántico Norte. Se observó por primera vez en la primera década de este siglo, y está quizás vinculado con los últimos cambios climáticos. El dipolo ártico permite a los vientos más meridionales entrar al océano Ártico dando lugar a más deshielo ártico.

 Fueron rápidas fluctuaciones que ocurrieron 25 veces durante la última era glacial. Algunos científicos sugieren que estos eventos son cuasi-periódicos con tiempo de ocurrencia múltiplos de 1470 años. En el hemisferio norte tomaron forma como episodios de rápido calentamiento en cuestión de décadas, y cada evento fue seguido de un enfriamiento gradual en un período de tiempo más largo. Las causas no están claras, podrían ser cambios en la cantidad de radiación solar, cambios en la salinidad marina o efectos debido al tamaño mismo de las capas de hielo.

Conclusión
Las infinitas variables del clima global hacen que cualquier modelo matemático del mismo esté sujeto a mucha indeterminación. 
Sólo en cuanto a ciclos climáticos, se desconocen causas, periodicidades y efectos a largo plazo de muchas de las oscilaciones conocidas, e incluso pueden existir otros ciclos climáticos cuyo descubrimiento está pendiente.
 Conocemos a grandes rasgos los cambios climáticos de nuestro planeta pero solamente dispersos detalles del Pleistoceno, se nos escapan la totalidad de detalles de eras anteriores mientras aún falta por descubrir mucho todavía de la era presente.
Siendo así, es arrogante afirmar que el clima global tomará una u otra dirección,
 nuestra mejor conjetura es que no lo sabemos.