Estamos rodeados de materia. Y la evolución nos ha hecho curiosos, así que la pregunta pertinente que nos hemos venido preguntando desde el inicio de la humanidad es evidente:
¿De qué está hecha la materia? ¿Cuál es su estructura?
Aquí hemos hablado ya de muchas cosas en orden de resolver estas cuestiones, pero el énfasis se ha puesto en la teoría. Ahora lo que nos proponemos es mostrar evidencias experimentales que apoyan nuestros modelos teóricos. Así funciona la ciencia, no tiene sentido la teoría sin el experimento ni el experimento sin la teoría. Por esto queremos empezar una serie de entradas donde se expliquen los experimentos más relevantes respecto a nuestro entendimiento de la materia.
La idea global
A día de hoy ya no nos sorprende eso de:
La materia se forma en su parte más íntima por átomos. Los átomos son sistemas de electrones y núcleos. Los núcleos están formados por protones y neutrones. Y estos últimos están formados por quarks.
Así que vamos a presentar los experimentos que confirman esta imagen y que han sido repetidos y analizados en todas las formas posibles, por muchos grupos independientes y por lo tanto no tenemos duda alguna de su “veracidad”.
¿Cómo “ver” dentro de la materia?
Iremos profundizando en los métodos de los que nos servimos para estudiar la materia conforme avancemos en esta serie de entradas pero nos gustaría dar una clasificación general de los tipos de experimentos que nos vamos a encontrar:
1.- Experimentos de dispersión
Esto consiste en enviar un haz de partículas conocidas contra un blanco y ver como el haz inicial se divide y se dispersa.
2.- Experimentos espectroscópicos
Aquí aprovechamos que los sistemas emiten radiación (de algún tipo) para poder determinar su estructura interna. Esto es posible porque la física nos da las herramientas necesarias para relacionar la radiación emitida con características del sistema que emite, su energía, su vibración, su rotación, etc.
3.- Experimentos que nos gusta llamar “Bud Spencer”
Esto se basa en la intuición infantil que todos hemos tenido y practicado que se fundamenta en el principio:
Si quieres saber qué hay dentro, rómpelo.
Aquí nos valemos de hacer colisionar partículas para ver que obtenemos de la colisión. Gracias a las leyes de conservación los resultados de la colisión nos dicen cosas de la estructura de las partículas iniciales.
Así que iremos adentrándonos en algunos experimentos que, haciendo uso de estás técnicas principales, nos irán desentrañando lo que hay dentro de la materia.
Nos seguimos leyendo…