martes, 23 de abril de 2013

El no existir del tiempo - Breves no tan breves.


—¿Sabías que el tiempo no existe? —me dijo, acuchillando el silencio de la noche con los ojos extraviados en quién sabe qué universo de locura multimatizada.
—¿Quién lo dice?
 -respondí con la frialdad consecuente del invierno en mis pies todavía realistas.
—Yo te lo digo...
—¿Por qué?
—Porque el tiempo no es tiempo, son instantes sin medida, ¿entendés?
Entonces yo, extraviado en sus ojos que seguían perdidos en ese otro universo, 
acepté su invitación audaz y me atreví a decir:
—¿Sabés por qué el tiempo no existe?
—¿Por qué? —respondió, sedienta de altura.
-Porque al tiempo lo inventó el hombre...
Y en mi mente millones de ideas para un porqué se empujaban aglomeradas en la puerta de mi boca que sólo sabía articular balbuceos silenciosos.
-Siempre me ganás -replicó ella, sin embargo,
 entre una sonrisa que supo amar mi respuesta.