lunes, 22 de abril de 2013

¿Qué es lo peor que puede ocurrir si utilizas mal una olla a presión?

¿Por qué estás tarareando "Ice Ice Baby"?

Las ollas a presión son peligrosas.
Pueden estallar, en algún sentido, pero no tan violentamente como temerías (o esperarías). La presión en el interior de una olla doméstica no va más allá de las dos atmósferas —aproximadamente la presión en el interior de una botella de soda—. Estos niveles pueden resultar peligrosos, pero generalmente no son suficientemente altos como para provocar una ruptura violenta del metal.
Entonces, ¿qué hace peligrosa a una olla a presión?

Y estando de acuerdo en este punto —y en que, evidentemente, las presiones alcanzadas no revientan el metal—, no me queda del todo claro que una olla a presión no pueda estallar (en el sentido más llano de la palabra) de manera bastante violenta y peligrosa. 
Por eso he hecho unas cuentas rápidas.

Supongamos una tapa esférica en el vacío… no, esto era otro problema. 
Pongamos más bien el nada descabellado supuesto de que cerramos mal la tapa de la olla a presión de forma que aguanta la presión de mala manera, pero alcanzado un nivel,
se suelta definitivamente. 
Digamos que este valor con el que finalmente estalla es de 1,5 atmósferas. 
Consideremos también (ahora sí) una tapa perfectamente plana, circular, indeformable, de 15 cm de radio y 1 kg de masa (pero no en el vacío).

olla

La fuerza que le proporciona el impulso a la tapa en el momento del estallido es igual a la presión resultante (hacia arriba, igual a la interior menos la atmosférica) por su superficie menos el peso, testimonial frente a la otra fuerza.

F = P \cdot A - mg = 0.5 \mathrm{atm} \cdot 0.15^2 \pi - 9.8 = 50662.5 \mathrm{Pa} \cdot 0.15^2 \pi - 9.8 = 3571 \mathrm{N}

Para hacer las cosas muy simples, y siendo bastante conservadores, supondremos que esta fuerza actúa durante 2 milisegundos

El impulso que sufre la tapa (la fuerza por el tiempo que actúa) le confiere una velocidad 
(F \Delta t = m \Delta v), así que una multiplicación nos da una
 velocidad inicial de unos 7 m/s (unos 25 km/h). 

O, lo que es lo mismo, significa que, en su vuelo, alcanzaría una altura 
de unos 2,5 metros (si no se lleva nada por delante como el extractor o nuestra cabeza…).
No sé cómo de acertados son mis supuestos, pero desde luego el resultado casa con el único dato experimental que poseo. 

Conclusión:
 Efectivamente, las ollas a presión pueden resultar bastante peligrosas si se utilizan con poco cuidado.