jueves, 25 de abril de 2013

Volando con Denzel Washington (pero al revés)

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La película, El Vuelo, de Robert Zemekis nos presenta a un Denzel Washington sublime, que va cargadito de alcohol y cocaína antes de emprender un vuelo que marcará su vida. 
Seguramente a los pilotos no les va a hacer mucha gracia que nuestro alcoholizado Washington se ponga a los mandos de un avión que lleva más de un centenar de viajeros –contando los tripulantes– en estas circunstancias, pero amigos, esto es el cine. 
Y la primera media hora es un ejemplo de tensión cinematográfica controlada por el maestro Zemekis, que voy a tratar de sintetizar en un par de líneas.
Después de un despegue entre turbulencias, el avión de Denzel alcanza la velocidad de crucero hasta que en el minuto 29 del vuelo su avión empieza a caer prácticamente en pedazos. 
Para entendernos, pierde la hidráulica del timón de profundidad, que no es otro que el de la cola del avión. Cuando eso no funciona, el avión no puede ir en línea recta con respecto al suelo. 
O bien la cosa lo agarra a uno con el morro hacia arriba, o bien hacia abajo. 
Y al pobre de Denzel le pilla la cosa con el morro bajado, así que tenemos la escena de pánico garantizado, un avión que desciende en ángulo y sin control. ¿Cómo salir de esa?
Entonces Denzel decide algo completamente insólito: da la vuelta al avión para volar al revés.

 Eso lo hemos visto en las acrobacias aéreas y en películas como Top Gun, en la que el bueno de Tom Cruise
 se le daba de maravilla volar al revés y dar vueltas y vueltas a su caza. 
El caso es que Denzel, al colocarse al revés, consigue estabilizar el avión durante algo más de un minuto, 
tiempo que aprovecha para darse de nuevo la vuelta, planear y tomar tierra en un descampado plagado de mormones, aunque el avión y unos pocos tripulantes y pasajeros (creo que en total eran seis) pasan a mejor vida. Pero la mayoría de los viajeros se han salvado.
Y ahora me pregunto, ¿es eso posible? ¡Un avión comercial volando al revés!
 No sabe de ningún caso, aunque al parecer los productores de El Vuelo sugieren que el film estuvo inspirado en un accidente ocurrido en 2000 con un avión de Alaska Airlanes, en el que los pilotos pudieron intentar algo parecido. Pero nuesto experto no cierra del todo esa posibilidad siempre que el avión no permanezca más tiempo del debido del revés. Hay una rendija de realidad en el improbable guión de la película.
    Bueno, es probable que El Vuelo no llegue a proyectarse en los viajes trasantlánticos 
(al contrario de lo que se proyecta a los pasajeros de un avión en Aterriza como Puedas).
 Les aseguro que los aviones que subimos son mucho más seguros que los taxis y autobuses del aeropuerto a casa.
 Me declaro defensor del derecho a volar...

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"Lift" significa sustentación. Lo vemos a la derecha, el ala seccionada ("airfoil") y el flujo de aire ("airflow"), que es más rápido por encima que por debajo. Por eso se produce el empuje hacia arriba. (Dibujos cortesía NASA).

Voy a intentarlo en un párrafo final. 

Echen un vistazo a las alas. 
Se darán cuenta que por encima están curvadas, mientras que por debajo están planas.
 No es por casualidad.
 El aire que resbala por encima del ala va a mucha más velocidad que el aire que corta por debajo. 
La física dice que debajo del ala, al discurrir el aire más lentamente, se crea una presión más alta que por encima. Esa diferencia empuja el avión hacia arriba. 
A mayor velocidad, más sustentación. ¿Sencillo, no?
 La vida puede seguir siendo bella a bordo de un avión.