En cuanto a la imagen, esta proviene de una conferencia que el físico ofreció en la Universidad de Pittsburgh en 1934 a un centenar de estudiantes, para quienes derivó la famosa fórmula.
Sin embargo, pese a su significancia histórica, la fotografía permaneció ignorada hasta 2007, cuando David Topper y Dwight Vincent (del Departamento de Historia y Física de la Universidad de Winnipeg, respectivamente) la redescubrieron en un viejo periódico de la época.
Los investigadores, por cierto, se tomaron el trabajo de manipular la imagen para aclarar lo que se encuentra escrito en las pizarras:
Este, en suma, es el único momento capturado en que Einstein se encuentra junto al desarrollo científico que lo llevaría tanto a los libros de historia como a ese álbum fotográfico colectivo, más o menos caprichoso, que muchos llevamos con nosotros.