viernes, 31 de mayo de 2013

Resurrección lunfa



Amurado a la cruz que te encadena 
al pecado terreno, 
con un punga jetón y el otro bueno 
y a tu planta, María Magdalena; 
con Judas olivado de la cena, 
después del batimento de veneno, 
la muerte cantó pleno 
y le puso tres fichas a tu pena. 
Sólo queda morir y no hay excusa, 
la parca, rantifusa, 
se prueba tus sandalias sin permiso… 
Pasado el tercer día, 
el hijo más amado de María, 
piró, para volver al Paraíso. 

Del libro: De diluvios y andenes.