Amurado a la cruz que te encadena
al pecado terreno,
con un punga jetón y el otro bueno
y a tu planta, María Magdalena;
con Judas olivado de la cena,
después del batimento de veneno,
la muerte cantó pleno
y le puso tres fichas a tu pena.
Sólo queda morir y no hay excusa,
la parca, rantifusa,
se prueba tus sandalias sin permiso…
Pasado el tercer día,
el hijo más amado de María,
piró, para volver al Paraíso.
Del libro: De diluvios y andenes.
al pecado terreno,
con un punga jetón y el otro bueno
y a tu planta, María Magdalena;
con Judas olivado de la cena,
después del batimento de veneno,
la muerte cantó pleno
y le puso tres fichas a tu pena.
Sólo queda morir y no hay excusa,
la parca, rantifusa,
se prueba tus sandalias sin permiso…
Pasado el tercer día,
el hijo más amado de María,
piró, para volver al Paraíso.
Del libro: De diluvios y andenes.