Gracias a la física cuántica podemos aprovechar y valorar, la parte derecha de nuestro cerebro, es decir, lo intuitivo, la percepción, lo emocional, lo fenomenológico (intangible) son parte de nuestras habilidades y potencialidad.
Si solo reconocemos lo racional (la parte izquierda del cerebro), el mecanicismo, lo material, estamos a la mitad, incompletos , somos mucho más que raciocinio.
Nos antecede 200 años de mecanicismo (Leyes de newton), las ciencias se estancaron en lo racional, sin embargo en 1919 se amplía la ciencia.
Albert Einstein postuló que todas la formas de radiación electromagnética pueden parecer no
sólo en forma de onda, sino también en “quantos”
Estos paquetes de energía, han sido aceptadas como auténticas partículas.
Los físicos también hemos descubierto que la materia es totalmente mutable y que a nivel subatómico, no hay certidumbre de que la materia exista en lugares definidos, sino más bien, muestra cierta tendencia a existir y todas las partículas se pueden trasmutar en otras.
Se pueden crear a partir de la energía y convertirse en otras partículas, cuando y como sucede esto, no lo sabemos aún con exactitud, sin embargo, sabemos que ocurre continuamente.
En la actualidad, en el terreno científico de la Física Cuántica, que estudia la composición y funcionamiento de las partículas más pequeñas de la materia , se plantea que nuestro universo está conformado por energía y electromagnetismo.
Con los aceleradores de partículas, se han descubierto unas más pequeñas que los átomos y son conocidas cómo sub-atómicas. Estas están configuradas únicamente de energía por lo que se podría decir prácticamente no existen en el mundo material.
Los científicos de esta disciplina decimos que son tan pequeñas que es imposible verlas y se conoce su existencia por el rastro que dejan en los aceleradores de partículas.
Se caracterizan porque parecen existir solamente cuando son observadas.
Es decir, que cuando se toma la decisión de ver una partícula la onda de energía invisible se convierte en una entidad concreta o sólida.
Este efecto es provocado por el observador que la dirigir su atención, crea una onda, produciendo la realidad que es conocida cómo partícula, sólida o mundo físico.
Y creemos que el observador es el creador de la masa física del Universo.
El cuerpo que llamamos físico es en realidad un conjunto de partículas y debido a esto, está sujeto a las leyes de la energía y el electromagnetismo.
Decimos que los electrones pueden comportarse tanto como partícula sólida, o también cómo “onda de energía invisible”.
Y en este último caso, parecería que no existieran, son invisibles y existen únicamente cómo “campo de probabilidades”. Ya que solamente cuando los electrones están siendo observados, el campo de probabilidades se colapsa y las partículas se perciben cómo materia sólida.
¿Que sentido e importancia tiene la toda esta información ?
Pues implica una nueva forma de mirar la realidad, en éste siglo se están gestando nuevos paradigmas científicos, que nos permiten entender, mejor las emociones, la intuición, la telepatía, que no toda la realidad es meramente física, que somos energía, que los pensamientos lo son también, que la existencia del alma puede ser entendida en términos de ésta nueva ciencia.
Que el fin no llega con la muerte, si somos energía y esta no se destruye sino que se transforma, llegando a ser parte de algo nuevo o diferente, que regresamos a la fuente que nos creo, claro que ésto no nos libera de la responsabilidad de como vivimos esta vida cociente y la consecuencia de nuestros actos.
También para aquellos que han vivenciado a las Constelaciones Familiares, podrán entender como es posible que las personas pueden recibir información de alguien que no conocen y con ello el El terapeuta pueda apoyar a la persona que pide ayuda a liberarse de sus dificultades de vida
Y otras muchas interrogantes del mundo de lo intangible, que los científicos no actualizados, niegan porque no han sido probados en un laboratorio, alejando una realidad no comprobable con métodos viejos y caducos de los científico y limitando la a la metafísica o a la religión, como si por ese solo echo no existieran, como lo es al alma, las emociones etc.