Se les distingue a primera vista en medio de las variopintas muchedumbres que pueblan el subcontinente indio.
Son los sadhus: ascetas que peregrinan y vagabundean, solos o en pequeño grupos, por los lugares sagrados del hinduismo, o que practican la meditación en cabañas aisladas o cuevas.
Hay entre ellos desde místicos y anacoretas hasta magos, faquires y encantadores de serpientes. Predicen la fortuna, viven de donativos, se congregan en festivales religiosos.
Han abandonado sus hogares con el fin de consagrar su vida a disciplinas físicas
y espirituales basadas en la renunciación.
Hacen votos de pobreza y celibato.
Llaman la atención por sus extravagantes atuendos y peinados.
Son los sadhus: ascetas que peregrinan y vagabundean, solos o en pequeño grupos, por los lugares sagrados del hinduismo, o que practican la meditación en cabañas aisladas o cuevas.
Hay entre ellos desde místicos y anacoretas hasta magos, faquires y encantadores de serpientes. Predicen la fortuna, viven de donativos, se congregan en festivales religiosos.