sábado, 3 de agosto de 2013

Científicos revelan la nueva distancia entre la Tierra y el Sol.


Lo hizo la Unión Astronómica Internacional (UAI) por las diferencias que existían según los modelos de observación. Desde ayer, es de 149.597.870.700 metros. Este número es la nueva “Unidad Astronómica”

149.597.870.700. Este número impronunciable contiene uno de los misterios que más ha intentado dilucidar la Humanidad desde hace siglos. 149.597.870.700. Es la cantidad de metros que, en promedio, nos separan a los terrestres del Sol. Puede ser un poco más o un poco menos. Incluso varía. Pero lo cierto es que ahora los expertos de la Unión Astronómica Internacional (UAI) fijaron esta cifra para hablar de la distancia de la Tierra al Sol. Y no habrá más discusiones, al menos por un tiempo.

En efecto, el número, que es compatible con las constantes astronómicas en vigor desde 2009, sirve para facilitar el trabajo de los científicos, porque ya no deberán tener en cuenta el margen de error que dificultaba sus cálculos. 

Justamente, lo que han hecho los integrantes de la UAI con esta cifra es fijar una unidad convencional de longitud basada en datos de observación directa, que se llama Unidad Astronómica y cuyo símbolo, desde ahora será UA. O sea: 1 UA= 149.597.870.700 metros.

La decisión fue tomada en agosto pasado por casi 3.000 astrónomos reunidos en Pekín en su asamblea trianual. Ellos decidieron redefinir la unidad astronómica de distancia (UA) tras varios años de estudio. Aceptaron la propuesta de desechar en la definición (y sacarla del sistema de constantes) la constante gravitacional gaussiana (k), cuyo uso quedó obsoleto porque ahora es posible medir distancias con gran precisión. 

“Medir las distancias a los objetos que nos rodean es vital para hacernos una idea del lugar que ocupamos y dónde se encuentran los objetos vecinos. De esa manera, comprendemos mejor nuestro entorno, su dinámica y cómo nosotros estamos relacionados en ello”, contextualiza Gabriel Bengochea, del Instituto de Astronomía y Fisica del Espacio (Conicet-UBA). Y explica: “En astronomía, cuando queremos medir distancias cada vez más grandes, nos encontramos que nuestras unidades de longitudes cotidianas (centímetros, metros, kilómetros, etcétera) pronto quedan imprácticas o inútiles. No tiene sentido escribir cifras con tantas cifras decimales ya que se torna confuso. Necesitamos nuevas definiciones. Para ello, se definen nuevas escalas patrones. Una de ellas, es la Unidad Astronómica (UA), que es la distancia media entre el planeta Tierra y el Sol”. 

La distancia entre la Tierra y el Sol siempre ha sido un misterio que despertó la curiosidad de los observadores del cielo desde hace muchos años, tanto como el Sol fue un referente mitológico para las culturas ancestrales. 

Bengochea explica cómo se hacía en la antigüedad: “Aprovechando las posiciones relativas en el cielo de otro planeta (por ejemplo Marte), la Tierra y el Sol. Sabiendo el tiempo transcurrido en que el otro planeta pasó de estar en oposición a estar en cuadratura, y conociendo los tiempos sidéreos del planeta y la Tierra, un cálculo permite obtener la distancia en UA entre ese planeta y el Sol. Luego, midiendo la misma distancia por la técnica de la paralaje, un cálculo final arroja la distancia Tierra-Sol”. 

Así fue la primera medición precisa, realizada en 1672 por el famoso astrónomo Giovanni Cassini, quien observó Marte desde París, mientras que su colega Jean Richer lo hacía desde la Guayana Francesa, en este continente.

Tomando el paralaje o la diferencia angular entre las dos observaciones, los astrónomos calcularon la distancia de la Tierra a Marte y la utilizaron para encontrar la distancia de la Tierra al Sol. Cassini y Richer sabían lo que hacían, ya que su cálculo dio 140 millones de kilómetros, una cifra no muy lejana al valor actual. 

La Unidad Astronómica además sirve de base para muchas otras mediciones que hacen y harán los astrónomos con el fin de comprender el universo. 

La Luna, por ejemplo, está a 0,0026 UA de la Tierra, Júpiter se ubica a 5,2 UA del Sol.

 Los números resultan así más sencillos que la cifra interminable determinada en metros.