DE LO GROTESCO A LA INCERTIDUMBRE EXTREMA

DE LO GROTESCO A LA INCERTIDUMBRE EXTREMA

CADA DÍA QUE PASA, SE PONE DE MANIFIESTO QUE LA PRESIDENTA CRISTINA FERNÁNDEZ NO TOMÓ REAL DIMENSIÓN DE LO OCURRIDO EN LAS ÚLTIMAS PRIMARIAS QUE LE SIGNIFICARON UN DURÍSIMO REVÉS AL OFICIALISMO.

 Por el contrario, la primera mandataria envía cada vez más señales de que no está dispuesta a modificar nada sustancial de su gestión, que ha sumido al país en el estancamiento, en la pobreza, en la recesión y en una ola inflacionaria que prácticamente no tiene igual en el planeta.

El papelón que significó la reunión con empresarios, banqueros y sindicalistas, el último miércoles en Río Gallegos, puso claramente de manifiesto lo que es esta administración.
Lo que en el algún momento se había promocionado como el inicio de un diálogo para avanzar en un sinceramiento y en la adopción de distintas medidas para atacar los principales problemas económicos del país, terminó convirtiéndose en un coctel de amigos, un lugar para tutearse, intercambiar chistes, contar anécdotas y dejar que el tiempo pase con los habituales monólogos presidenciales. 

Fue el corolario de una jornada tragicómica, que quedará registrada en los libros de historia por lo grotesco ya que, unas horas antes de reunirse con sus amigos, la primera mandataria había comparado la situación de Argentina con Canadá y Australia, mostrando números que nadie cree para dar cuenta que nuestro país, supuestamente, se encuentra en una mejor situación que dos de las naciones más desarrolladas del mundo. Obviamente, los dichos de la Presidenta no resisten el menor análisis y no tardaron en salir a la luz los datos de la realidad concreta. 

Una foto publicada en la portada de nuestro diario, que recorrió todo el país, sirvió para demostrar la enorme falsedad que había informado CFK. La imagen, que muestra a cinco chicos menores de edad, durmiendo a la intemperie junto a perros vagabundos frente a un comercio de Laferrere, mostró que a pocos kilómetros de la Casa Rosada existen niveles de pobreza e indigencia que sólo son comprables con países más subdesarrollados de África.
Ante este panorama, cabe concluir: o la presidenta miente descaradamente o tiene serios problemas de comprensión y ello sólo le permite ver las falacias que le muestran el círculo de aplaudidores que la rodea. 

Estos obsecuentes, fotocopiadores seriales del relato oficial, están más preocupados en no ir presos después de 2015, por lo graves casos de corrupción de la última década, que en desarrollar políticas de Estado para ordenar aunque sea una pequeña parte de todo lo que desordenaron en estos diez años.

La Presidenta continúa subida al tren de la campaña, impulsando la candidatura a diputado nacional del ignoto intendente de Lomas de Zamora que, en un desesperado intento de hacerse un poco más conocido, sigue haciendo trascender supuestos romances con afamadas mujeres de la farándula. Lamentablemente, muchos gobernadores de Provincia e intendentes también están embarcados junto a la primera mandataria, sin poder dar respuestas al contundente mensaje de cambio que dio la población a través de las urnas.
Se vienen días cargados de incertidumbre, especialmente por la situación económica. 

El revés judicial en la Cámara de Apelaciones de Estados Unidos, que puso a la Argentina nuevamente al borde de un default, ya está marcando que los grandes intereses antinacionales que hicieron oscuros negocios y apoyaron al kirchnerismo sin cortapisas, han empezado a buscar otras opciones que le garanticen una mayor estabilidad. 

Este clima de inestabilidad también podría traducirse en movimientos en el mercado cambiario, donde el dólar no oficial, en la semana que pasó ya registró una fuerte tendencia alcista, que podría profundizarse aún más. Por más que el gobierno no lo reconozca, el valor de la verde divisa impacta de lleno en muchas variables de la economía.
Lo que debería ser el comienzo de un período de transición, que tendría que darse en un marco de estabilidad política e institucional, está comenzando a adquirir ribetes muy preocupantes. 

La Presidenta no parece resignarse al hecho de que deberá dejar el poder en diciembre de 2015 y que, a partir de ese momento, se iniciará otra etapa. Los Kirchner soñaron con un país que tuviera una alternancia sin límites entre ella y su marido en la Casa Rosada. 

Este proyecto terminó con la muerte de Néstor, y la primera mandataria fue incapaz de encontrar un sucesor. De hecho, ya es algo imposible porque ahora todo lo que huela a K indefectiblemente está destinado a ser castigado por las urnas.

Un país sin estabilidad es imposible que pueda garantizar la seguridad jurídica que necesitan los inversores externos e internos para destinar los recursos que se necesita para la reactivación y la generación de empleo genuino. 

En un mundo capitalista, nadie pone su dinero sabiendo, de antemano, que va a perder porque más temprano que tarde le pueden cambiar las reglas de juego.

Se necesita, por ello, un marco de previsibilidad, de paz social, que sólo lo puede dar un gobierno que esté dentro de sus cabales.

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