viernes, 23 de agosto de 2013

Del Big Bang al café (30037)



Del Big Bang al cafè

Parece mentira que la evolución del universo nos haya traído hasta aquí, con nuestras máquinas expendedoras, nuestros conciertos, la tostadora o la tortilla de papas –me digo a mí mismo mientras me bebo un café.
Y es que si la evolución de la vida en la Tierra es sorprendente, aún lo es más la del propio universo.
Así que, en vista de que vivimos en la era de la desinformación y las teorías conspiranóicas campan a sus anchas, voy a intentar resumir qué se supone que pasó de forma que lo entienda mi abuela; ya que:
si no eres capaz de explicárselo a tu abuela es que no lo entiendes.

La teoría

Hace mucho tiempo aquí mismo, a la vuelta de la esquina, una ingente cantidad de energía se encontraba concentrada en un lugar muy reducido.
A su alrededor no había espacio, ni tiempo, ni leyes físicas, ni fuerzas,
ni materia, solo era una densa niebla de plasma de quarks-gluones
(partículas muy elementales), comprimida, muy caliente y ubicada en lo que podríamos llamar “la nada”.
Estaba tan caliente y comprimida que era inevitable que tarde o temprano tendiera a liberarse y en el tiempo que tarda la luz en recorrer un centímetro, se produjo una tremenda explosión que derramó la energía en todas direcciones.
Pero no quedó ahí la cosa, la explosión fue tan descomunal que la onda expansiva que se abrió paso por delante de la energía o mejor dicho, que le fue abriendo terreno a la energía para dispersarse, apartó “la nada” a su paso y en su lugar apareció espacio, mucho espacio, tan grande en comparación con la propia energía que contenía, que ésta pareció insignificante.
“Cabe decir que todo esto ocurría en la más absoluta oscuridad ya que la luz no existía todavía en el universo”
Esta desproporción de espacio y energía dio lugar a lo que los expertos llaman un “falso vacío”, que viene a ser como si el espacio, hinchado sobremanera, hubiera intentado comprimirse sobre sí mismo de nuevo.
Pero la energía contenida todavía estaba muy caliente y emitía una enorme radiación que tendía a empujar con fuerza, así que esto generó otra onda expansiva, seguida de otra y de otra… la inflación (que no tiene nada que ver con la subida de los precios al consumo) y que terminó de hacer el universo descomunal, exageradamente grande, inmenso lo mires por donde lo mires.
Al terminar la inflación (cosa que yo dudo haya sucedido del todo) toda esa energía quedó esparcida irregularmente, no había uniformidad en la distribución, contenía imperfecciones.
Al expandirse tanto el espacio, la temperatura bajó drásticamente de forma que los quarks y gluones se empezaron a combinar en un proceso llamado “Bariogénesis” que dio lugar a los bariones, como por ejemplo los protones y neutrones (la simetría materia-antimateria).
Pero el universo seguía enfriándose y las partículas sufrieron otro cambio de fase, se volvieron a recombinar aniquilándose unas a otras rompiendo esa simetría, lo que fue una suerte para nosotros, ya que el resultante de esa aniquilación fue la materia corriente que hoy conocemos.
El proceso recibe el nombre de “nucleosíntesis primordial” ya que al formarse los primeros núcleos de deuterio y helio, se originaron por primera vez las fuerzas fundamentales de la física.

"Partículas de materia y antimateria en colisión"

“Algunos estudios recientes del CERN parecen indicar que cuando se produce el choque de partícula-antipartícula, las partículas resultantes son mayoritariamente materia y que gracias a que en nuestro universo ocurre así, la guerra entre la materia y la antimateria fue ganada por la materia.”
“En mi opinión, la misteriosa Materia Oscura es la antimateria que pareció desaparecer y que de alguna forma sigue estando a nuestro alrededor.”
Como toda esa energía se había esparcido irregularmente, sin uniformidad, llegó un momento en el que su propia densidad creó regiones de gravedad y ésta se impuso a la radiación.
La densidad se fue intensificando formando grandes cúmulos en un proceso que duró unos 300.000 años, y en esa vorágine, los núcleos y los electrones se fueron combinando para formar los primeros átomos de hidrógeno, algo de helio y trazas de litio. Por eso, la radiación se desacopló de los átomos y continuó por el espacio prácticamente sin obstáculos.
Es la famosa radiación del fondo cósmico de microondas.
Y se hizo la Luz
Lo que pasó a continuación es, a mi modo de ver, lo más extraordinario que ha ocurrido nunca en el universo.
El hidrógeno, oprimido por su propio peso y en constante movimiento, se calentó.
Y en una región muy densa de esa sopa oscura, se encendió la primera estrella.
Una gigantesca bola azulada de fusión de hidrógeno de varios cientos de veces el tamaño del Sol.
De hecho, tan descomunal, que hoy no existen estrellas como esa.
Y emitió la primera luz del universo de un suave azul oscuro.

Y ese fue el comienzo.

Poco a poco, el universo se fue llenando de una intensa luz azul al tiempo que nacían estrellas, formadas por la materia prima que quedó del Big Bang.
Pero estrellas tan grandes, queman su combustible muy rápido y son de vida corta. Se cree que no pudieron vivir más de 1 millón de años y aunque parezca mucho, si lo comparamos con nuestra estrella cuya vida útil se estima en 11.000 millones de años, realmente fue muy breve.
Eso sí, ellas fueron las precursoras de todo, los hornos primigenios en los que se formaron los primeros materiales pesados, y las encargadas de sembrarlos a su alrededor ya que al llegar al final de su vida explotaron en Hipernovas.
“Una hipernova es una especie de supernova que se produce cuando estrellas muy masivas (masas superiores a las 100 masas solares) colapsan al final de sus vidas.
Después de explotar como supernova, el núcleo de la hipernova colapsa directamente en un agujero negro, emitiendo dos chorros de plasma extremadamente energéticos desde sus polos a velocidades cercanas a la de la luz.”

Existen varias opiniones encontradas de cómo se formaron las galaxias, pero la que me parece más acertada es la que postula que esas hipernovas arrojaron nuevos materiales a las nubes primordiales y las dispersaron aún más, y esos primeros agujeros negros que son, los que se encuentran hoy en el centro de las galaxias, las dotaron de giro.

Las nubes comenzaron a girar alrededor de ellos y empezaron a surgir las estrellas de segunda generación, de otros colores, más pesadas y compactas y menos masivas.
Fueron ellas las que sembraron las galaxias con los materiales de los que están formados los planetas actuales y de ellas surgieron las estrellas de tercera generación, como la nuestra.
Y aquí estamos, pequeños seres hechos de restos de estrellas bebiendo un café  capaces de ver y entender el vasto universo que nos rodea como un todo.
Sabiéndonos afortunados de que nuestro universo no fuera perfecto, ya que si lo hubiera sido, no estaríamos aquí.