Un nuevo estudio demuestra que la vida podría estar mucho más extendida de lo que creen los científicos.
Científicos de la agencia NASA han descubierto sistemas de exoplanetas peculiares (desde auténticos infiernos a mundos de hielo) en los que podrían habitar formas de vida adaptada a condiciones extremas, como los microorganismos extremófilos.
Científicos de la agencia NASA han descubierto sistemas de exoplanetas peculiares (desde auténticos infiernos a mundos de hielo) en los que podrían habitar formas de vida adaptada a condiciones extremas, como los microorganismos extremófilos.
El nuevo estudio llevado a cabo por el Instituto de Ciencia de Exoplanetas de la NASA analiza cada sistema existente de exoplanetas (cuerpos celestes hallados fuera del nuestro sistema solar) para saber cuáles de ellos pueden contener vida.
Según los autores del estudio, resulta que no sólo los planetas como el nuestro pueden albergar condiciones para la vida de diferentes organismos,
ya que en la así llamada zona de habitabilidad (espacio donde puede formarse agua líquida) pueden encontrarse muchos planetas de otro tipo.
El recurso ‘Habitable Zone Gallery’, creado por los científicos de la NASA, analizó sistemas estelares descubiertos con exoplanetas, y demostró que los planetas con órbitas elípticas excéntricas también suelen pasar por la zona de habitabilidad, pudiendo albergar vida.
En comparación con la Tierra estos mundos no están fijados en una órbita circular alrededor de su sol, sino que describen una trayectoria más extendida en el espacio.
La única desventaja de estos planetas es que sus condiciones naturales varían mucho según sea el lugar de la órbita que ocupan: cuanto más cerca están de su estrella, tanto más caldeada será su superficie, y al revés: cuanto más lejos, más gélida.
Los científicos ya tienen en mente un candidato capaz de colonizar tales mundos hostiles: los microorganismos extremófilos, que se adaptan a condiciones extremas que resultarían insoportables, por ejemplo, para nosotros.
Los científicos ya tienen en mente un candidato capaz de colonizar tales mundos hostiles: los microorganismos extremófilos, que se adaptan a condiciones extremas que resultarían insoportables, por ejemplo, para nosotros.
Así, en condiciones de frío extremo, tales microorganismos son capaces prácticamente de paralizar su metabolismo para sobrevivir durante largos períodos de tiempo.
Como los exoplanetas de órbitas elípticas se descubren con frecuencia,
los científicos responsables del estudio piensan que quizá haya más mundos habitables de los que se pensaba.