Richard Feynman, uno de los grandes físicos del siglo XX, decía que la naturaleza es como una gran partida de ajedrez jugada por los dioses y los físicos son espectadores de un juego del cual desconocemos sus reglas.
Sólo podemos ver cómo las piezas se mueven.
Después de observar el juego por un tiempo veremos que la torre se mueve en líneas rectas paralelas al tablero y que el alfil se mueve en diagonal.
Así poco a poco podremos elaborar las reglas para comprender este juego y ponerlas a prueba, es decir seguiremos observando el juego para ver si nuestras reglas efectivamente se cumplen. Además, si somos capaces de descubrir las verdaderas reglas del juego seremos capaces de predecir cómo se moverán las otras piezas.
Sin embargo a veces veremos movimientos extraños como un caballo moviéndose en
L o un enroque. Desconcertados tendremos que intentar elaborar nuevas reglas y en algunos casos reemplazar las que teníamos por reglas mejoradas que se ajusten a los movimientos observados en este juego interminable.
Esta es una excelente analogía de cómo funciona la física:
observamos el mundo a nuestro alrededor y tratamos de elaborar reglas o leyes de su funcionamiento, las cuales ponemos a prueba para ver si funcionan y si se observa algo inesperado en los experimentos será necesario replantearnos nuestras reglas ya que significa que no entendemos completamente el juego de ajedrez que es el universo.
La física cuántica es justamente un set de reglas de cómo se comporta la naturaleza a escalas muy pequeñas, a escala de átomos y partículas fundamentales.
Este set de reglas ha sido puesto a prueba una y otra vez y hasta la fecha parece funcionar de maravilla.
Sus predicciones han sido verificadas por los experimentos con una precisión asombrosa.
¿Pero qué hace tan especial a esta física cuántica?
La física cuántica es bastante especial porque muchas de sus reglas desafían el sentido común, sin embargo ¿por qué le debería importar nuestro sentido común a la naturaleza?
A pesar de ser tan extraña la física cuántica funciona en el mundo real y en nuestros días incluso la llevamos en el bolsillo a todos lados ya que los sistemas electrónicos en nuestros teléfonos celulares, laptops y iPods funcionan gracias que los físicos han aprendido a sacar provecho de las reglas de la física cuántica.
La cuántica no sólo es extraña en el lenguaje común y corriente, también requiere aprender un nuevo lenguaje basado en matemáticas que no intentaré describir ya que para eso todo físico debe sobrevivir a muchos años de entrenamiento, pero basta con decir que usando este lenguaje matemático es posible hacer cálculos y hacer predicciones las que, como decía antes, han sido comprobadas una y otra vez en experimentos.
La física cuántica puede ser tan extraña que el mismo Einstein se opuso toda su vida a que la naturaleza funcionara en base a estas reglas, a pesar de haber jugado un rol protagónico en su desarrollo original. Muchos físicos dicen que el mundo se ve diferente después de estudiar física cuántica, lo cual es probablemente cierto, sin embargo es muy difícil declararse honestamente un entendedor de la física cuántica porque con nuestra naturaleza macroscópica no estamos familiarizados con la extraña conducta de las partículas que viven en un mundo microscópico.
Por ejemplo si una persona se lanzara corriendo hacia una pared y desapareciera en un lado para reaparecer al otro lado de la pared nos parecería un acto de magia, sin embargo los electrones hacen el equivalente a atravesar paredes todo el tiempo (para los interesados esto se llama efecto túnel y sí, es real aunque sólo ocurre a escalas microscópicas pero sabemos que funciona, incluso hay un tipo de microscopio que usa este principio). Niels Bohr, uno de los más grandes físicos del siglo pasado y padres de la física cuántica una vez dijo que si la física cuántica no te impacta entonces no la entiendes, a lo que Feynman una vez respondió “nadie entiende la física cuántica”.
Esto último es probablemente muy cierto y los físicos más que nada nos acostumbramos a ella y aprendemos a calcular pero sus fundamentos son motivo de activa investigación hasta nuestros días.
Sería imposible describir en detalle cada aspecto de la física cuántica ya que hoy en día la cuántica participa en casi todas las disciplinas de la física por lo que se necesitarían miles de posts para hablar de cada detalle.
Sin embargo algo que es muy importante es describir qué no es la física cuántica, ya que al ser tan extraña ha sido burdamente manoseada por charlatanes y vendedores de humo como una manera muy exitosa de engañar a la gente.
Una técnica muy usada por charatanes consiste en usar términos científicos que suenen tan complicados que su público no cuestione su dominio del tema.
Sólo basta con usar palabras como energía, campos, vibraciones, resonancias y frecuencias para hacer tambalear a la gente que no es familiar con estos términos y con ello caer en tremendo error de asumir que quien usa estas palabras debe ser un experto en lo que habla.
Lamentablemente esta es la postura de mucha gente ya que nuestra educación desde niños consiste más en aprender conceptos que en cuestionarlos.
Cuando niños queremos saberlo todo y contrarespondemos a cada respuesta con un “¿por qué?”, sin embargo al pasar los años se nos enseña que hacer esa pregunta es molesta y que “la curiosidad mató al gato” como si ser curioso fuese algo malo, lo que lentamente destruye esa curiosidad infantil que es la misma que guía el pensamiento científico
Hoy en día “expertos” se expresan en los medios sin que se cuestionen sus ideas ya que se asume que son tan complicadas que no serán entendibles para el público general.
Esto ha llevado a que se usen conceptos científicos que suenan complicados (energía, frecuencia, magnetismo, etc.) fuera de contexto o aplicados a temas totalmente desconectados, los que ensalsados con un buen manejo de la palabrería permite la germinación de disciplinas que son nada más que un fraude a la espera de consumidores desinformados.
Personalmente no me molesta que alguien crea en cosas sin sentido, lo que me molesta es cuando estas creencias afectan potencialmente a la población en temas como la salud y la educación.
Es decir, no me molesta que usted crea en un bienestar personal basado en un alma, aura o algún otro concepto místico, pero cuando se comienzan a vender productos que prometen bienestar físico, mental y espiritual en base a sin sentidos se está abusando de la ignorancia de la gente desinformada.
No sólo porque se hace uso de lenguaje científico fuera de contexto sino porque se hace para engañar y desinformar a la población para vender un producto, es malintencionado, es fraude!
Hay personas que no venden productos de manera directa, pero venden libros acerca de estas “disciplinas” pseudocientíficas que muchas veces sirven como referencia para quienes venderán un producto.
Un ejemplo es el famoso Deepak Chopra, charlatán por excelencia conocido por usar conceptos de física cuántica para hablar del alma, la salud, y la conexión entre nuestro cuerpo y el universo (en realidad cualquier cosa la explica con física cuántica), sin embargo basta escucharlo para darse cuenta que el tipo nada sabe de lo que dice conocer y sus discursos parecen ser construidos eligiendo palabras al azar (justamente alguien diseñó un genial sistema que toma palabras al azar para generar “frases de Chopra” y funciona de maravilla!).
Con la estrategia de usar conceptos científicos como parte de la palabrería, los charlatanes no sólo confunden a su público y parecen conocedores de lo que hablan sino que también le hacen creer a la gente que sus ideas tienen bases científicas y así darse credibilidad.
Es decir, podría inventarse una medicina alternativa basada en que “el cuerpo puede mejorarse de una enfermedad ya que las energías y frecuencias pueden ser balanceadas mediante la física cuántica”, la que se dirá que tiene bases científicas porque cada uno de los conceptos usados pertenecen al mundo científico, a pesar de que lo que se proclama no tiene sentido.
De esta manera el charlatán citará libros de física y publicaciones serias como parte de su lista de referencias para darle credibilidad a su engaño, a pesar de que estén siendo usados fuera de contexto, al igual que sus conceptos.
La mente humana está siempre abierta al pensamiento mágico, nos gusta esa posibilidad por eso leemos ficción y vamos al cine, sin embargo esto también nos hace presa fácil de estos estafadores que usan argumentos que erróneamente parecen tener sentido.
Por ejemplo, cada vez que hay algo desconocido se recurre a argumentos mágicos para explicarlo. Sólo basta con ver una mancha o irregularidad en una imagen para llamarle fantasma, una inesperada falla en una cámara o una luz en cielo para hablar de ovnis, un pigmento rojo producido por bacterias en yeso es sinónimo del milagro de una virgen que llora sangre (más detalles en Hypothesis), y qué hablar de las imágenes que algunos ven de seres mágicos en tostadas y caras en sombras de montañas .
Este es sólo uno de muchos negocios armados para embaucar a la gente mintiéndoles acerca de qué es la física cuántica y cómo la aplican, sin embargo todo es un engaño para sacarles dinero abusando de su posible vulnerabilidad por sus problemas físicos y/o psicológicos.
Entonces ¿qué no es física cuántica?
El cuerpo humano funciona en base una serie de procesos químicos los cuales involucran intercambio de energía, sin embargo no es una energía cósmica, ni mágica, ni “sutil” .
La energía se define como la capacidad de realizar un trabajo y nada tiene que ver con un aura mística o un espíritu.
Cada vez que le hablen de un producto que mejora la salud o el ánimo de alguna manera que incluya términos como energía, frecuencia, balance, o campo electromagnético huya: probablemente están tratando de venderle caca de unicornio.
Los átomos que componen nuestro cuerpo fueron creados durante la explosión que dio origen al universo (big bang) y otros fueron cocinados en el interior de estrellas que explotaron hace millones de años, sin embargo eso no significa que todos estemos conectados con las estrellas de alguna manera mística como muchos charlatanes dicen.
La física cuántica involucra muchos fenómenos poco intuitivos sin embargo cada vez que un producto o servicio involucre algo que los físicos desconocen pero que el iluminado vendedor ha descifrado, probablemente lo están engañando.
En general, es bueno dudar cada vez que le quieran vender un producto con el apellido cuántico, a pesar de que hay muchas cosas reales que oficialmente se llaman así por ejemplo existen la mecánica cuántica, la óptica cuántica y la computación cuántica, pero no son cosas que tratarán de venderle en cápsulas o aceites.
Es importante mencionar que la física cuántica sí puede y es usada para tratar enfermedades, sin embargo estas modernas técnicas son llevadas a cabo por físicos y médicos con años de estudios, no por alguien que lo aprendió leyendo libros de Chopra o viendo videos en YouTube y el tratamiento se realiza en clínicas especializadas y no a través de jarabes, cremas o amuletos cargados con “energía sutil”.
Si usted se ve una situación en la que no sabe si quien le habla es un experto o un vendedor de humo acá dos simples pasos para salir de la duda:
1. pídale que le explique cómo funciona su método/invención/producto;
y 2. pídale que le explique en un lenguaje simple cada una de las palabras usadas en la explicación
.Un experto debería ser capaz de responder a estas dos peticiones usando palabras que ambos puedan entender, de no ser así probablemente su interlocutor no sabe de qué habla y está tratando de engañarle.
Un ejemplo: ¿se acuerda del inventor del robot Arturito en 2005 que juraba que su invención podía encontrar tesoros enterrados y hasta el paradero de Bin Laden?
Así responde cuando se le pide que explique su invento.
Conclusión: un fiasco que dejó en vergüenza al país hasta en National Geographic.
Vivimos en un mundo en el que la ciencia es cuestionada una y otra vez, y a pesar de realizar nuestra investigación con unas migajas, es impresionante mirar a nuestro alrededor y ver cómo la ciencia nos ha traído avances fabulosos.
La ciencia no sólo es elaborar las reglas del juego de ajedrez de la naturaleza, también trae desarrollo tecnológico, progreso, educación, empleos, medicamentos y nuevos tratamientos médicos, desarrollo de naciones.
La ciencia pone hombres en la superficie de la Luna, robots en la superficie de otros planetas, y produjo la tecnología usada en cada hospital; la ignorancia lleva a malgastar su dinero, enriquece a quienes lucran con su ignorancia, pone en riesgo su salud, y nos trae patéticos programas de televisión.