Aceptando saber que, si bien existe una fuerza (el Creador) que lo rige todo,
esa fuerza1 ha debido ser creada por una fuerza2, y la fuerza2 por una tercera, y así sucesivamente hasta el infinito.
Poniendo una especie de símil, somos burbujas dentro de otras burbujas, al igual que las muñecas rusas matrioskas.
Del mismo modo, nosotros somos dioses de todas y cada una de las moléculas que constituyen nuestro cuerpo físico, éstas a su vez de átomos, los átomos de partículas subatómicas (electrones, protones…), y éstas de quarks; después, y hasta donde la humanidad ha sido capaz de descubrir recientemente, de cuerdas, que no son otra cosa que el estado vibracional de la materia,
¿les suena de algo esto?
Y este es el punto al que quería llegar; ¿será que el macrocosmos alcanza un punto en el cual se une —visualícese la naturaleza del toroide— irremediablemente con el microcosmos?
Es decir, ¿SOMOS LO MISMO? ¿SOMOS UNO CON EL TODO?
Desde mi punto de vista, ¡CLARO QUE SÍ!
Con lo cual, llegamos a la conclusión de que formamos parte de la creación autocreada, o lo que es lo mismo, la fuerza que lo rige TODO.
Para llegar a tales conclusiones, nos valemos de un “semi-radio primitivo de táquiones” (que son partículas teóricas capaces de “despegar” la materia del universo o el contacto de vacío con ella, dejando así todo libre de las influencias del universo que les rodea), tecnología creada recientemente en 2005.
Aunque la tecnología para llegar a las verdaderas partículas de taquiones aún está lejos de ser una realidad, el semi-radio tiene algunas pocas propiedades de estas partículas teóricas, que son capaces de crear el efecto de los verdaderos taquiones en una escala subatómica. Que nos pone dentro de un Matrix.
“ Llegando a la conclusión de que estamos en un mundo hecho por reglas creadas por una inteligencia, no muy diferente de su juego de ordenador favorito, por supuesto, más complejo e impensable.
Analizando el comportamiento de la materia a escala subatómica, afectado por el semi radio primitivo de taquiones, un diminuto punto en el espacio, por primera vez en la historia, totalmente libre de cualquier influencia del universo, la materia, la fuerza o la ley se percibe de una forma inédita el caos absoluto. Créeme, todo lo que llamamos casualidad hoy no tendrá más sentido.
Para mí está claro que estamos en un plano regido, por reglas creadas y no determinadas por azares universales”