El cerebro es capaz de inventar recuerdos de hechos que nunca ocurrieron
La capacidad humana para aprender, inventar, buscar recursos, y sobre todo, adaptarse a las circunstancias es bastante grande.
A lo largo de los últimos milenios Civilizaciones del pasado han demostrado que desarrollarse y constituir sociedades que apuntan maneras de querer hacer bien las cosas.
Bueno, al menos esas son las sensaciones que yo he podido percibir.
Aunque examinando la realidad de los hechos y la Historia del pasado, las perspectivas no se cumplieron…, del todo.
No se cumplen dichas expectativas.
Sociedades democráticas y de derecho –aquellas polis griegas del pasado-,
El sueño de un reparto equitativo de la riqueza es una quimera.
Hay cosas de las que, sin ser los responsables directos, nos hacen sentir vergüenza
Medio mundo se muere desnutrido y, el otro medio, se muere por la obesidad.
Los pueblos, por motivos religiosos, de ocupación de zonas ricas en recursos energéticos y por otras causas que nunca justificaron el resultado, se están matando en pleno comienzo del siglo XXI.
Mientras estos monstruos sean necesarios… ¡Mal van las cosas!
Con tal panorama, nadie podrá negar que la Humanidad, no se ha ganado el derecho a tal nombre, estamos deshumanizados y en pleno proceso de “humanización”.
Tenemos ingenios espaciales que nos envían datos de las estrellas, robots que hacen de planetas lejanos y hacen análisis de la composición del terreno de las lunas de Júpiter o Saturno, satélites orbitando la Tierra que nos facilitan las comunicaciones y nos envían los parámetros del tiempo en los rincones más alejados del globo, ordenadores que se programan para que un láser opere un ojo humano o mil maravillas más.
Sin embargo, a pesar de todo eso, dentro de nosotros prevalece el instinto animal salvaje que de manera inconsciente, nos hace desconfiar de los demás y nos empuja incluso a matar, de inhumana, por defender aquello que consideramos nuestro o que simplemente queremos.
Y mientras que sea así, la “Humanidad” no será “humana”…, todavía.
Parece que nos falta evolución y que el proceso continúa, aún falta bastante tiempo para alcanzar el nivel que, de manera definitiva, nos distinga de los animales irracionales.
De momento, no hemos podido conquistar esa racionalidad que tanta falta nos hace. En algunos aspectos, nos comportamos como auténticos idiotas.
¿Cuántos problemas podríamos solucionar y cuántos programas de investigación podríamos llevar a buen fin, si se destinaran los presupuestos de todos los países del mundo gastados en armas y ejércitos a causas más nobles?
Estamos inmersos en una sociedad del miedo, en la que los poderosos, tienen dominado al mundo que se rige por sus intereses, y, la mayoría de las personas, aunque no tienen cadenas ni grilletes como los esclavos del pasado, sí tienen otros amarres que los tienen confinados en un mundo de y de trabajos precarios que, de alguna manera, viene a ser lo mismo.
Hoy parece que me he salido del guión científico para explicar el motivo por el cual (guiado por el egoísmo de unos pocos), la Humanidad está dejando de lado su verdadera obligación de avanzar en el sentido del conocimiento para que, llegado el momento, podamos hacer frente a los terribles problemas que tendremos que resolver.
De momento, el más prioritario y terrible de todos es el de conseguir una digna capacidad de vida para nuestros hermanos, tenemos que procurar una digna de vida para todos los seres del planeta y que, de manera práctica y efectiva las regiones ricas acudan en ayuda de las regiones pobres del mundo evitando la miseria, el hambre, la enfermedad y la muerte que sin inmutarnos, estamos presenciando, cada día, cómodamente sentados en nuestro confortable sofá viendo y oyendo las horribles noticias que nos llegan desde esas desgraciadas regiones.
Lo más lamentable es que tales sucesos, por su cotidianidad, han pasado a ser parte de nuestras vidas, se toma como algo inevitable que, al estar lejos de nosotros, no nos afecta.
Habrá que despejar las brumas de la mente que nos impiden ver el paisaje. Tenemos que despertar de este terrible sueño, para poder ver la horrible realidad. Tenemos la obligación moral, ética y social de cambiar el actual de las cosas.
El mundo no puede seguir así por mucho tiempo.
Un futuro mejor
Sin importar la procedencia familiar, ni el lugar de nacimiento, y teniendo en las capacidades personales de cada uno, todos, sin excepción, recibirán las enseñanzas más adecuadas a sus capacidades.
No podemos dejar escapar mentes de inmensa imaginación y poderosas ideas por el simple hecho de no tener los medios para poder desarrolarlas.
Recuerdo, en este punto que, el padre de Newton, era un humilde y pequeño agricultor que ni sabia escribir. Sin embargo, ello no impidió que su hijo destacara uno de los científicos más grandes de nuestro mundo.
Matemáticos, físicos, químicos, biólogos, astrónomos, o simples peones de factorías, cada uno será lo que quiera ser, lo que su mente le permita y sus deseos les exijan, hagamos que sea una realidad el tan aireado -pero inexistente- libre albedrío.
Dejemos que cada cual pueda elegir su destino y que surjan escritores, músicos pintores o actores.
También el espíritu tiene que ser alimentado.
El mejor amigo… ¡Un libro!
Allí, lo mismo encontramos bellas historias que hacen volar nuestra imaginación, como las respuestas a preguntas que nadie nos supo contestar. una fantástica aventura, pasando por un poema de amor, hasta el más intrincado secreto de la Naturaleza
Ahora, cada uno de nosotros -por lo general-, tiene lo que ha podido conseguir, no lo que verdaderamente quería.
¿Cuántos magníficos médicos, profesores, ingenieros o físicos no se habrán perdido por falta de apoyo?
Tenemos que poner los medios que sean necesarios para que todos podamos ser lo que realmente queremos, una de las bases de la felicidad está en el principio de realizar aquello que más nos atrae.
Es totalmente cierto, el que hace lo que le gusta no siente el paso del tiempo, se podría pasar horas y horas inmerso en su trabajo, fascinado con lo que llena sus sentidos, mentalmente situado en su mundo particular, sin que nada le pueda distraer, se aísla del entorno y consigue la felicidad a través de lo que hace.
Está claro que la calidad de vida, en todos los aspectos, estará presente allí donde se esté desarrollando una actividad acorde con los deseos de las personas que la llevan a cabo.
Quien desarrolla un no deseado se limita a cumplir de cualquier manera, está todo el rato mirando el reloj deseando que la jornada finalice, su rostro refleja el fastidio que la tarea le produce.
Por el contrario, quien hace aquello que de verdad le gusta, lo hará a conciencia, buscará la perfección y la belleza en aquello que realiza, y, mientras lo hace, estará tan centrado y concentrado en su trabajo que, para un atento observador, pareciera que está fuera de este mundo, fuera del entorno, sumergido en su propia realidad.
Dicho todo lo anterior, si no conseguimos algún día que todo eso sea una realidad todos, difícilmente lograremos un mundo plenamente desarrollado y habitado por gente felices que, habiendo desarrollado sus intelectos, también, como consecuencia de ello, habrán logrado construir una Sociedad en la que, todos tendrán su lugar y nadie estará ni se sentirá postergado.
¿Cuántos problemas desaparecerán si pudiéramos conseguir eso?
Quizàs algún día lejos, muy lejos aún en el futuro, podremos gozar de un panorama así, en el que todos, tengan la de desarrollar sus cualidades y las mentes, plenamente evolucionadas, darán sus ideas para que todas las puedan compartir.
¿Que aún falta mucho para que eso llegue -si es que llega algún día-?
No tanto como a simple vista nos pueda parecer, el transcurrir del tiempo es inexorable y, lo mismo que todo tuvo un principio, también tendrá un final y, mientras ese final llega, si por el camino podemos alcanzar cosas buenas…, mucho mejor.
Cuando me pongo a escribir y a dejar mis ideas por ahí, escritas en las hojas de papel de una libreta, o, en éstas mismas páginas del Blog…
Pienso que:
“El gráfico representa un modelo de manguera de un espacio-tiempo de dimensiones más altas de Kaluza-Klein, donde la longitud, o mejor, la dimensión a lo largo de la longitud de la manguera representa el 4-espacio-tiempo normal, y la dimensión alrededor de la manguera representa la dimensión extra “pequeñas” (quizá escala de Planck).
Imaginemos un “ser” que habite en mundo, que rebasa estas dimensiones extra “pequeñas”, y por ello no es realmente consciente de ellas.
Es posible que, de la misma manera, también nosotros estemos imposibilitados ver esas dimensiones extra que, sin embargo, nos permita ver más allá de las matemáticas topológicas, más allá de las fluctuaciones de vacío, más allá de los quarks, más allá de las singularidades y…
¿Por qué no decirlo?
¡Más allá de nuestro propio Universo! No podemos olvidarnos de que dentro de varios eones, nuestro Universo podría morir.
Estamos obligados a buscar la manera (si existe), de escapar de ese destino fatal.”
“Algo tuyo queda en esas hojas de papel o en las páginas escritas en un blog virtual que, de alguna manera, grita los mensajes que surgen de tu mente”.
Cuando escribo, mis pensamientos recorren los caminos más inesperados, y relaciono cosas que a simple vista nadan tienen que ver con el tema que estoy tratando, pero no es así, todo, de alguna manera, está conectado.
Nuestros cerebros son tan complejos que se podrían definir como los entes pensante del Universo -en otra ocasión trataremos sobre “La expansión del Universo–La expansión de la mente“, un tema que nos habla de cómo todo evoluciona, cambia y se transforma y, nosotros, no somos ninguna excepción.
¿Dónde queda el libre Albedrío?