En cuanto uno se descuida, el zoo de planetas extrasolares aumenta su diversidad.
La nueva ‘bestia’ singular se llamar KOI-314c y es un planeta completamente diferente a todo lo visto hasta ahora.
La masa de este misterioso mundo es similar a la de la Tierra, pero su tamaño es un 60% mayor.
Esto quiere decir que KOI-314c debe estar rodeado de una enorme y densa atmósfera de hidrógeno y helio.
Un nuevo tipo de planeta: un planeta terrestre gaseoso.
¿Pero cómo podemos saber todo esto de un mundo situado a 200 años luz del Sol?
A partir de los datos del telescopio Kepler se han descubierto dos planetas alrededor de la estrella enana roja KOI-314 mediante el método del tránsito.
El más cercano ha sido bautizado como KOI-314b y tiene un periodo de 13 días, mientras que el más lejano tarda 23 días en dar una vuelta alrededor de su estrella. Puesto que hay más de un planeta, en este caso se puede aplicar la técnica de variación en el tiempo de tránsito o TTV (Transit Timing Variations), basada en la influencia gravitatoria mutua entre varios cuerpos. Midiendo si un planeta se atrasa o adelanta a la hora de transitar frente al disco de su estrella podemos averiguar si existen otros planetas en el sistema y, lo más importante, su masa.
En principio, el método del tránsito sólo nos da información sobre el tamaño de un objeto, pero con la técnica TTV podemos conocer también la masa.
Con estos datos es posible saber la densidad media de los exoplanetas e intentar hacernos una idea de cómo son estos mundos.
De esta forma, KOI-314c se ha convertido en el exoplaneta más pequeño del cual sabemos su masa y su tamaño al mismo tiempo (ya se han detectado otros planetas extrasolares más pequeños o menos masivos). Pero su densidad es solamente un 30% superior a la del agua. Nadie esperaba un resultado así y la única explicación es que debe poseer una espesa atmósfera de hidrógeno y helio. Debido a su corto periodo, la temperatura media de su lado diurno tiene que rondar los 100º C (en ausencia de atmósfera).
El descubrimiento ha sido anunciado por el equipo de David Kipping mientras estaban buscando exolunas en el sistema KOI-314. Por ahora no hay rastro de exolunas, pero sin duda se han topado con un mundo mucho más interesante. Por supuesto, debemos ser precavidos antes de sacar conclusiones apresuradas, ya que teniendo en cuenta el error en la estimación de la densidad media ésta podría ser tan baja como 0,8 gramos por centímetro cúbico o tan alta como 2,1 gramos por centímetro cúbico. La atmósfera ocuparía el entre el 4% y el 29% del radio planetario, siendo 17% el porcentaje más probable.
En cualquier caso estamos ante una atmósfera mucho más gruesa que la terrestre o que la de Venus.
KOI-314c es un nuevo tipo de planeta que va a dar mucho que hablar.
Hasta ahora pensábamos que los planetas rocosos, o bien no poseían atmósfera, o bien tenían una parecida a la de la Tierra.
Existía la confusión entre supertierras y minineptunos para mundos de mayor tamaño, pero los astrónomos planetarios estaban bastante seguros de que los mundos de tamaño terrestre eran rocosos.
El descubrimiento de KOI-341c lo cambia todo. Ahora sabemos que cuando descubramos la primera exotierra -un planeta de tamaño y masa terrestres situada en la zona habitable- deberemos conocer bien sus dimensiones y de su masa antes de asegurar que se trata un mundo parecido al nuestro.
Nadie sabe cómo pudo formarse KOI-314c.
Quizás se trate de un minineptuno al que se le han arrancado las capas exteriores de su atmósfera por culpa de la actividad estelar. O quizás sea el resultado de procesos que no comprendemos todavía.
Sea como sea, ahora tenemos un nuevo tipo de planeta en el zoológico exoplanetario: las tierras gaseosas.
Referencias:
- http://www.cfa.harvard.edu/HEK/koi314.html
- http://www.cfa.harvard.edu/HEK/HEK_IV.pdf
- danielmarin.naukas